A Estrada continúa siendo un feudo indiscutible del Partido Popular. Sin embargo, fue también el BNG el que protagonizó la gran sorpresa de la jornada electoral en el municipio, adelantando al PSOE como segunda fuerza más votada por los electores estradenses. Con una participación del 61,35% -un total de 10.609 vecinos acudieron a las urnas- que cae un 5,6% con respecto a las autonómicas de 2016, el PP concentra el 52,40% de las papeletas emitidas, mientras que un 24,74% de los votantes confiaron en la candidatura liderada por Ana Pontón (BNG) y un 16,9% respaldó la d Gonzalo Caballero por el PSdeG. Los nacionalistas se aúpan en A Estrada en gran medida por el desplome de la marca Podemos, que no consiguió movilizar al electorado a su favor. Vox irrumpe con 135 apoyos, cosechando algún voto en todas las mesas del municipio, con la única excepción de la de Lagartóns.
Los populares experimentaron en esta última cita electoral un descenso con respecto a los anteriores comicios gallegos. Bajaron 879 votos. Por su parte, los socialistas cedieron en esta comparativa 212 papeletas. Como queda apuntado, Podemos escenifica la mayor sangría -cabe apuntar que se compara el dato de Galicia en Común con el de Marea de 2016-, dejándose tras la división experimentada por estas fuerzas de izquierda un total de 1.583 votos en los colegios electorales de A Estrada. La otra cara de la monea la ofrece el Bloque. La formación nacionalista no solo frenó la caída que había experimentado en los últimos años sino que pisó a fondo el acelerador y pasó de los 951 votos conseguidos entre los estradenses en 2016 a obtener 2.594 este domingo. El sorpasso al PSOE es notorio.
El análisis de los resultados por cada una de las 41 mesas electorales del municipio refleja que el PP fue capaz de imponerse con claridad. Las 13 existentes en el casco urbano reflejan la tendencia que ayudó a dibujar el amplio rural estradense, aunque con menor distancia entre el triunfo del PP y la espectacular subida experimentada por el Bloque. De hecho, la candidatura de Ana Pontón a la presidencia de la Xunta de Galicia no estuvo lejos de triplicar los resultados obtenidos en 2016 en las mesas urbanas. De los 495 votos de la convocatoria anterior, el domingo creció hasta los 1.343. En la villa, PP y PSOE experimentaron un ligero descenso, especialmente en el caso de los socialistas, a los que una sola papeleta les impidió calcar el resultado de hace cuatro años.
El rural continúa siendo marcadamente popular. La propuesta de Alberto Núñez Feijóo convenció en todas las mesas de las parroquias, en las que el PP logró una clara victoria. El PSOE experimenta un descenso generalizado en el rural, a excepción de mesas como las de San Xiao de Vea, Moreira o Arnois. El declive de la formación morada es muy acusado en todos los colegios. En la villa, Podemos -integrada ahora en En Común- pasó de los 981 votos que cosechó dentro de Marea en 2016 a solo 138. Muy al contrario, el Bloque sube en todas y cada una de las mesas electorales del rural, lo que se traduce en que pase de las 951 papeletas a las 2.495 conseguidas en esta convocatoria y se convierta en la segunda fuerza más votada en el municipio.
A Estrada vivió el domingo una jornada electoral totalmente atípica a causa de la situación sanitaria. En las diferentes mesas electorales se adoptó un protocolo que puso el acento en limitar el contacto entre electores e integrantes de la mesa, protegiendo a unos y otros a través de mascarillas, pantallas y gel hidroalcohólico. La necesidades se fueron evidenciando en algunas mesas y en determinados momentos, obligando a adoptar soluciones que no estaban previstas. Desde el PSOE se explicó que la iniciativa de colocar carpas para proteger a los electores del sol fue una propuesta de este grupo a la junta electoral. Y es que en mesas como las del teatro, la Casa da Música o la Casa das Letras se formaron a determinadas horas de la mañana -incluso relativamente tempranas- largas colas para ir accediendo a cuantagotas a emitir el voto. Sumando esta situación al calor de la jornada, se resolvió la pronta colocación de diversas carpas para proteger a los ciudadanos del sol mientras esperaban un tiempo considerable para poder depositar su papeleta en la urna.
