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El sector agroganadero denunció en un año 255 daños de jabalí y otros 43 de lobo

- Lalín y A Estrada concentran cuatro de cada diez incursiones en los cultivos y prados - Los ataques a cabañas ganaderas afectaron a 95 animales, de los que 66 eran ovejas

Una oveja atacada por el lobo en A Estrada, en enero de 2019. // Bernabé/Cris M.V.

El 9 de octubre del año pasado, la Consellería de Medio Ambiente declaró la emergencia cinegética en 33 municipios, correspondientes a las comarcas de Terra Cha, Eume. Viana y Deza-Tabeirós. Así, hasta el 29 de febrero permitió la caza de ejemplares de ambos sexos todos los días, con algunas excepciones para las zonas libres.

Esta decisión de la Xunta intentó frenar la proliferación del jabalí y el aumento de incursiones en los campos de cultivo. En el caso de Deza y Tabeirós-Montes, venía más que motivada: desde el 1 de enero y hasta el 10 de octubre, los ganaderos de las comarcas formalizaron 255 avisos por daños en maizales, prados y otras tierras de labor. Son datos que maneja la propia consellería, y en los que sobresalen con claridad los daños denunciados en Lalín, con 60 casos, y en A Estrada, con otros 48. Juntas, las dos cabeceras comarcales suman 108 avisos para supervisar otros tantos daños y así obtener una ayuda que compense estos destrozos. Esta cifra supone, además, que cuatro de cada diez incursiones del jabalí en las comarcas se produce en sus cabeceras.

Pero los demás municipios tampoco se quedan cortos a la hora de sufrir los destrozos del jabalí en sus fincas: en Silleda hubo 40 avisos y Rodeiro formalizó 39, mientras que Agolada contabiliza 23 y Forcarei, 21. Por debajo de la veintena están las denuncias de Dozón, con 13 casos, y las de Vila de Cruces, con 11.

El lobo es otra de las especies salvajes con las que tienen que convivir los profesionales del sector primario. La orden de ayudas por sus daños cubre desde el 1 de octubre de 2018 hasta el 30 de septiembre de 2019. Así, en un año, Medio Ambiente recibió 43 alertas de las comarcas: 14 desde Deza y 29 desde Tabeirós-Montes. Los avisos dezanos se reparten de forma bastante equitativa: hubo 4 avisos en Silleda, 3 tanto en Vila de Cruces como en Agolada y 2 en Rodeiro y también en Dozón, mientras que no hubo casos en Lalín. En Tabeirós-Montes, de las 29 alertas mencionadas, 26 corresponden a ganaderías estradenses y las 3 restantes a Forcarei.

Hay también diferencia entre las comarcas a la hora de ver la cabaña ganadera afectada: de los 20 animales muertos en Deza sobresalen las vacas, con 13 pérdidas, frente a 4 cabras, dos ovejas y un caballo. Sin embargo, en Tabeirós-Montes el lobo mató 75 reses, de las que 66 eran ovejas, 7 caballos, una cabra y una vaca. En el cómputo global, las incursiones del lobo en las ganaderías de la zona durante un año motivaron la muerte o sacrificio de 95 animales de cabaña ganadera.

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