Juan Lorenzo fue uno de los pocos hosteleros que abrió las puertas de su establecimiento a primera hora de ayer. A lo largo de los últimos días, el Café Central había funcionado como oferta de cafés para llevar y Lorenzo acudió como cada mañana a su establecimiento. En ese momento recibió la llamada de un amigo avisándole de lo que se había publicado en el BOE y de la inesperada posibilidad de abrir. El hostelero no lo dudó y en solo unos minutos abrió las puertas de su cafetería ubicada en las Galerías San Antón.
Lorenzo reconoce que tuvo la suerte que no han tenido otros establecimientos a la hora de poder retomar la actividad tan rápidamente. "Al estar con la oferta de cafés para llevar tenía todo preparado para abrir pero alguien que contase con abrir el lunes necesita tiempo para preparar todo", argumenta. A partir de ahí llegó la sorpresa para los clientes, que se toparon de golpe con un bar abierto y con la posibilidad de entrar a tomar un café dentro, algo imposible a lo largo de los últimos meses. Para ello, Lorenzo ha tenido que aplicar la normativa marcada. Solo puede llenar el 40% del aforo y las mesas deben estar separadas dos metros. Además, no puede haber elementos comunes como servilletas o prensa. No puede tampoco colocar mesas en las galerías, algo para lo que tendrá que esperar al lunes.
El hostelero se hizo cargo del Café Central hace cinco años, cuando solo tenía 22. Reconoce que esta crisis ha sido un duro golpe para su negocio, en el que ha tenido la suerte de que su casero le ha perdonado el cobro del alquiler durante el tiempo que tuvo que estar cerrado. "Ni no fuese por eso sería inviable seguir abiertos", manifestó el hostelero estradense.
