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Más cerca que nunca

La alcaldesa de Forcarei aproxima, a través de sus redes sociales, cómo viven esta crisis forcaricenses afincados en diversos países

Más cerca que nunca

Todo comenzó en los Alpes, en una de las zonas más altas del oeste de Suiza. El marco, de postal. Montañas nevadas, casas de madera, día soleado y una atmósfera de tranquilidad casi palpable. El único elemento humano en el vídeo se limita al saludo inicial y a lo que termina por convertirse casi en una voz en off mientras uno se imagina respirando profundamente un aire que se promete de lo más puro del mundo. Este vídeo me acaba de dar una idea, publicó la alcaldesa de Forcarei, Verónica Pichel, en su cuenta de Facebook, tras compartir a través de ella las imágenes de su tía Pilar, hermana de su madre, paseando con T'cheucky. El mensaje buscaba hacerle llegar cómo se vive en este rincón del mundo la crisis sanitaria del Covid-19. Y así empezó todo. En una tierra de emigrantes, la regidora forcaricense ha ido reuniendo el testimonio de forcaricenses afincados en distintos puntos del planeta para que compartan su vivencia de este momento extraño que pasará a la historia.

Pichel ha vivido en carne propia la emigración. Sus abuelos y sus padres fueron emigrantes y ella misma nació en Suiza, llegando a Forcarei con seis años. Los vídeos de forcaricenses por el mundo en plena pandemia están teniendo una gran acogida, ayudando a relatar con acento local una situación global. De la mano de todos ellos se compra billete -sin necesidad de abandonar el pijama o el chándal que para muchos se han convertido en el uniforme del confinamiento- a distintos puntos de Estados Unidos, Londres, diversas zonas de Suiza, Polonia, Panamá, México, Uruguay o Andorra. No se necesita pasaporte ni mascarilla.

En Londres, Javier pasea a orillas del Támesis. Bromea con que en Reino Unido se permite hacerlo aunque uno no tenga perro, si bien asegura que las medidas de confinamiento son similares a las de España: trabajar todo lo que se pueda desde casa, hacer colas para ir al supermercado y protegerse. "Se echa mucho de menos la posibilidad de ir a España aunque solo sea para un fin de semana. Antes muy fácil y ahora toda una odisea". Termina su vídeo con una cita de Alejandro Magno: Del comportamiento de cada uno depende el destino de todos.

Cristina se pone en Polonia la mascarilla para salir a la calle. Aguarda la pronta apertura del acceso a los espacios públicos y reconoce que siente morriña de Forcarei. "Ya se ve la luz al final del túnel", anima.

Son muchos los forcaricenses que viven esta situación desde Suiza. En una pequeña ciudad lo hace Manuel, que subraya el carácter disciplinado de la gente y confiesa que echa de menos poder dar esos abrazos que le gustan. Desde Basilea Campaña, Vanesa muestra cómo la gente pasea. Se confiesa convencida de que hay más casos de los que parece y utiliza el dialecto de la zona en la que vive para lanzar un mensaje: Quedaros en casa y todo irá bien. Montse realiza su vídeo en un parque de Ginebra. Explica que la gente no está yendo a trabajar pero que sí se permite pasear, aunque guardando una distancia de dos metros, la misma separación que ha de imponerse en las reuniones autorizadas, de no más de cinco personas. "Mucha paciencia. Aunque las cosas vayan mejor, este virus no se va a ir", apunta, reconociendo que ello no le permitirá ver a los suyos en mucho tiempo.

Dos forcaricenses acercan su vivencia desde distintos puntos de Washington. David continúa trabajando, aunque muestra como ha bajado el tráfico. Señala que antes tardaba en llegar a su casa una hora y media y que ahora le bastan 20 minutos. María vive a 25 kilómetros de la ciudad. "Estos no son tiempos fáciles para nadie pero hay que recordar que un día más es un día menos", expone, mientras muestra a sus vecinos, que se entretienen plantando pimientos de Padrón. César resume su día a día en Virginia (EE UU) con vídeos paseando por el parque, por la zona en la que reside o en sus cultivos.

Janet, Juan Carlos y José Manuel viven esta crisis desde Uruguay, Panamá y México, respectivamente, relatando cómo es el día a día con el coronavirus en países que caminan hacia el invierno. En el estado mexicano de Tabasco el virus continúa su propagación pese a los 38 grados de temperatura. A Juan Carlos le toca salir de casa de 08.30 a 10.30. Indica que en Panamá lo han separado por sexos. Los hombres solo pueden salir martes y jueves y las mujeres, el lunes, miércoles y viernes. El fin de semana todos hacen más suyo que nunca el lema de quedarse en casa.

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