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El valor catastral de los bienes urbanos creció en la última década entre 2.000 y 15.000 euros

-La tasación media más elevada se da en A Estrada, con 41.200 euros, casi cuatro veces más que en en Cerdedo -En este período en las comarcas hubo cerca de 10.000 altas y la bolsa de inmuebles alcanza ya los 83.441

La rectoral de Rellas (Silleda), uno de tantos inmuebles de la Iglesia en estado de abandono. // Bernabé/Javier Lalín

El valor catastral de los inmuebles urbanos de las comarcas ha crecido entre 4.150 y 15.300 euros de media en los últimos diez años. Este dato sirve como referencia para el cálculo de los impuestos municipales o para las operaciones de compra venta, así como en los casos de transmisiones patrimoniales. O obstante, en muchos casos la administración autonómica puede elevar una tasación fijada por la Dirección General de Catastro que, en el caso de los inmuebles y predios urbanos toma como parámetros para su cálculo la localización de los mismos, las circunstancias urbanísticas que afecten al suelo, el coste de la ejecución material de las construcciones, el carácter histórico-artístico u otras condiciones de las edificaciones. O las circunstancias y valores del mercado valor del suelo, valor de la construcción y gastos de producción y beneficios de la actividad empresarial de promoción.

Todos estos parámetros están ligados en cada municipio a la ponencia de valores en vigor. Por poner un ejemplo, la de Lalín es de 2004, mientras que el Concello de Silleda está ahora inmerso en un proceso que suele elevar los tipos impositivos. Los números de trazo grueso, según los datos que acaba de divulgar Catastro y relativos al año pasado, indican que en una década la bolsa de bienes inmuebles urbanos -básicamente viviendas y construcciones anexas- se incrementó en 9.942 para totalizar ahora un censo de 83.441. Pero este crecimiento no debe ligarse exclusivamente a una mayor actividad del sector inmobiliario, pues no conviene perder de vista que en estos años los concellos se sometieron a un proceso de regularización catastral impulsado por el Gobierno central. Así, Lalín ganó 2.823 inmuebles para totalizar 32.508 urbanos, mientras que en Silleda son 7.900 tras ganar 1.136. En Vila de Cruces hay 4.876 (361 más), 2.477 en Rodeiro (552), 3.159 en Agolada (725) y Dozón sumó 254 para alcanzar los 988. A Estrada, con la mitad de inmuebles que Lalín, se sitúa en 16.542 tras experimentar un incremento de 884. En Forcarei son 105 más y un total de 10.484 y Cerdedo ganó 2.922 y llegó a los 4.507. Que los censos se disparasen en estos dos concellos tiene que ver con su renovación de las valoraciones aprobadas en 2009 y 2016.

Pero volviendo al valor catastral de los inmuebles hay que reseñar que la tasación más elevada se produce en A Estrada, con un promedio de 41.255 euros por unidad referenciada tras crecer en 15.000 euros en diez años. El aumento en Lalín ha sido más moderado (4.310 euros) y la tasación media se sitúa en 31.391 euros, un importe muy semejante a los 31.200 euros que se da en Vila de Cruces, mientras que en Silleda son algo más de 30.600. En el término municipal de Rodeiro los valores medios se colocan en 26.800 euros y en 19.700 en el caso de Agolada, mientras que la tasación media en Dozón de sus bienes de naturaleza urbana es de algo más de 23.000 euros. En Forcarei son 14.265 y en Cerdedo [Catastro sigue separando los datos de esta localidad de los de Cotobade] el montante medio es de 12.273 euros.

En lo que respecta a la superficie de las parcelas urbanas, en las dos comarcas, estas superan con creces las 3.500 hectáreas. Al desarrollo urbanístico experimentado por Lalín en los años anteriores al pinchazo de la burbuja inmobiliaria debe achacarse que en la cabecera comarcal dezana se concentren 2.000 de estas hectáreas. A Estrada no llega a las 300 y Silleda totaliza casi 191.

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