A Estrada no tiene una historia excesivamente extensa. Su ayer se condensa en un período de unos 160 años. Aunque no sea mucho tiempo, imaginar cómo se vivía en una floreciente villa gallega de comienzos del siglo XX no es una tarea tan sencilla, en especial para las nuevas generaciones de estradenses. Gestos como el de la promotora Bamarti ayudan en esta empresa, favoreciendo el engrandecimiento del legado que atesora el Museo do Pobo Estradense, que lleva el nombre de Manuel Reimóndez Portela.

Antes de emprender la obra que la constructora ejecuta en la céntrica calle Calvo Sotelo la revisión de cada una de las plantas del antiguo edificio deparó más de una sorpresa. José Martínez consideró que todo el material encontrado en este inmueble tiene en el museo su mejor hogar, garantizando así su disfrute por parte de todos los estradenses.

Bautizado como Legado Bamarti y con el número de registro 1.501, el fondo incorporado al museo está compuesto por un surtido del libros de cuentas de una antigua ferretería, propiedad de Serafín Brea Vila y llamada El Candado. Su libro de asientos mercantiles, sumado otros libros de detalle relativos al consumo, permiten conformar una idea de que cómo vivían los estradenses entre las décadas de 1920 y 1930. El director del museo, Juan Andrés Fernández Castro, detalló que estos libros permiten ver qué objetos se compraban -herraduras, bacinillas, chocolateras...- y cómo estaba establecido un sistema de compra del material a crédito.

El legado incorpora una amplia colección de álbumes de diverso tipo. Algunos de ellos recogen fotografías femeninas de los años 20 o instantáneas de algunas de las actrices más famosas de la época. El fondo reúne asimismo un amplio abanico de publicaciones, algunas de finales del siglo XIX. Se aporta, por ejemplo, unas 150 revistas con las novelas por entregas de aquellos años y otros ejemplares de 1917 o 1918. Asimismo, en el citado edificio se encontraron alrededor de 70 láminas de dibujo a lápiz, papeles secantes para que la tinta de la pluma no emborronase las libretas y otros muchos objetos.

Fernández Castro incidió en que la presentación de este legado tiene como objeto animar a que cunda el ejemplo, de manera que material que en ocasiones se encuentra y al que no sabe qué fin conferírsele puede resultar muy ilustrativo de cómo vivía y fue mudando la sociedad estradense.

"Conocer nuestra historia es consolidar nuestro futuro", expresó el alcalde de A Estrada, José López Campos. Agradeció la donación realizada por Bamarti y el trabajo y dedicación de Fernández Castro. Asumió que un buen propósito para el nuevo año sería lograr que todos estos fondos puedan ser visitados con la reapertura del Museo do Pobo Estradense al público.