¿Qué hacen tres fotógrafos de Jaén y uno de Málaga perdidos monte arriba en Sabucedo? Pues encontrarse frente a frente con los Hijos del Viento. No sabían qué hacer. Si echar a correr en dirección contraria, permanecer inmóviles o gritar. Conocían la leyenda de la Rapa das Bestas y sabían que aquella era una manada de caballos salvajes. Después de este inesperado encuentro, los cuatro hicieron lo que les dictó su propio instinto: sacar la cámara y disfrutar.
José Ramón Sanjosé Ruigómez, Juan Carlos Medina Chamorro, Manuel Ruiz de Quero y Pedro J. García inmortalizaron la internacional Rapa das Bestas en 2015. Compartieron esta experiencia y ahora la harán llegar a quienes visiten la exposición conjunta que abrirán el próximo 7 de diciembre en Antequera (Málaga). La han bautizado con el nombre que reciben los caballos que perpetúan esta ancestral tradición estradense, Hijos del Viento. La muestra estará disponible en el Centro de Exposiciones FIAP hasta el 27 del próximo mes.
"Antes de ver a una persona lo primero que vimos fue a los caballos", explica Juan Carlos Medina. Recuerda que el grupo no estaba alojado cerca de Sabucedo y que aquella mañana no lograron llegaron a tiempo para subir al monte con los aloitadores en busca de las manadas de O Santo. No se lo pensaron y emprendieron camino monte arriba hasta que se encontraron de frente con una manada. Fue la primera de las grandes emociones que les depararía este reportaje. "No sabíamos si nos podíamos acercar o qué hacer con ellos", recuerda este fotógrafo, para luego reconocer que una de las cosas que más le impactó fue que, aunque sean caballos que viven en completa libertad, tienen un comportamiento, hasta cierto punto, dócil cuando el hombre sale a su encuentro para cumplir con esta tradición.
"Cuando los llevan desde el cierre hasta el curro bien podrían escaparse, pero no lo hacen. Saben a lo que van", comenta. "Hay una relación con el hombre. Si los caballos no quisiesen, no irían" añade Medina, incidiendo en que da la impresión de que los animales también se saben parte imprescindible de este legado secular.
Cada uno de estos profesionales incorpora a la exposición 12 fotografías de la Rapa das Bestas para trasladar su propia visión de esta tradición. Hay momentos del conocido curro y otros muchos, desde el monte, la reunión de los caballos, su descenso hasta la aldea o todo el ambiente que rodea a esta Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Juan Carlos Medina explicó que llegaron a Sabucedo, precisamente, guiados por el renombre de esta fiesta, todo un atractivo para un fotógrafo de reportaje como él. Lo que vio le hizo volver el año pasado. Con la exposición que ahora abren estos cuatro profesionales buscan dar a conocer la Rapa das Bestas y todo lo que la rodea, aportando cada uno su propia visión, una selección de esos momentos que más le impactaron.
Cada una de estas instantáneas lleva impresa una emoción. La del encuentro con los caballos de O Santo; la de la fuerza de la tradición; el respeto entre hombre y caballo o la ternura de un aloitador llevando en brazos a un potro camino del curro. La imagen de los garañones mordiéndose y retándose sobre la arena -recuerda este fotógrafo- muda, en cambio, en el respeto y cuidado que este profesional andaluz encontró sumergido en un mar de caballos salvajes. La Rapa, con independencia de cuantas veces se ponga ante el objetivo, siempre ofrece sus momentos. Esos instantes que la hacen única.
