Un año más, las calles de Vila de Cruces estuvieron ocupadas por vehículos poco habituales. Una competición que, desde hace catorce años, se ha convertido en una tradición durante las fiestas parroquiales de A Piedade. El buen tiempo animó a los vecinos de la localidad a salir a la calle durante la tarde de ayer y contemplar la 14º edición del Rali de Carretillas. El plazo de inscripción comenzó pasadas las 17:00 horas en la plaza del Concello. Un total de 11 carretillas, al igual que el año pasado, conformaron la lista de participantes. Desde el lugar, organizadores y competidores recorrieron las calles hasta la zona de salida; acompañados del grupo Varacuncas, quienes fueron los encargados de poner el toque musical.

Antes de que comenzara la competición, un miembro de la organización Miolos de Fume explicó como se debía realizar el recorrido, ya que este año como novedad, había una penalización de 5 o 10 segundos para aquellos que se saltasen algunos de los obstáculos. Una veintena de participantes pudieron disfrutar de esta prueba dividida en tres tramos. El primero de ellos, comenzó desde una cuesta paralela a la bautizada como Costa das Carretillas, ya que esta se encuentra en obras. El recorrido consistía en dar dos vueltas a una rueda e intentar no caerse al saltar el bordillo de las acercas. A continuación, los competidores midieron sus fuerzas en la zona del colegio, con el particular salto a la piscina de 89 cm de profundidad, uno de los momentos más divertidos de la tarde debido a las caídas dentro de la poza. El último tramo, y el más peligroso, tuvo lugar en las escaleras de la iglesia, zona en la que muchos de los asistentes aprovecharon para sentarse.

Como sucedió en la edición anterior, los organizadores no indicaron quién iba primero en cada circuito, para favorecer la competitividad. Así, los participantes tuvieron que esperar hasta el último momento para saber quién conquistaba el primer puesto. Los ganadores de este año fueron Moncho García y su hija África, el segundo puesto fue para Diego Vilariño y Felipe, que repiten el mismo puesto que el año anterior y el tercer puesto del podio lo ocuparon Marcos Mazas y Adolfo López. Un galardón que poseen aquellos competidores que consiguen ganarlo durante tres ediciones consecutivas.

Antes del arranque de este Rali, las carretillas participantes y algunas más del año pasado estuvieron expuestas en la Praza do Concello. Sin embargo, no se realizó una muestra como la del año pasado en la primera edición del Concurso de Arte Carritilleiro, en la que ocho vehículos tuneados, competían por conseguir el galardón de la carretilla más original.

El evento finalizó con música de fondo y todos los participantes, junto a los vecinos, comentando el transcurso de una edición más, que cosechó el mismo éxito que sus antecesoras.