La excavación arqueológica llevada a cabo junto a la iglesia de Lalín de Arriba va camino de convertirse en una fuente inagotable de información sobre los habitantes de Lalín en la Edad Media. Los últimos hallazgos descubrieron una necrópolis con restos óseos datadas posiblemente antes del siglo XIV, así como piezas interesantes de vidrio, metal o cerámica que hablan de un importante asentamiento durante esa época en la zona. La arqueóloga Elena Taboada Durán es la responsable de estos trabajos.
-¿Cómo ha ido todo por Lalín?
-Bien. Esta intervención fue corta porque estuvimos un par de semanas. El contexto es muy interesante porque lo que hay ahora mismo en la iglesia de San Martiño parcialmente románica es documentación anterior que habla de una iglesia fundada en el siglo X con un monasterio asociado, tanto masculino como femenino. Además, el templo está en el Camino de Invierno. Se trata de un contexto que de por sí tiene bastante contenido y con mucho interés. El descubrimiento de la necrópolis lo que hace es darle un poco más de historia todavía al yacimiento lalinense.
-Además de lo ya encontrado, ¿esperan descubrir más restos humanos y objetos de otro tipo que puedan aclarar un poco más lo que es esa historia medieval?
-Esta es la pregunta que siempre nos hacen en arqueología y que es imposible de contestar. Nosotros una vez que abrimos nunca sabemos de antemano lo que va aparecer. Debajo de niveles más o menos antiguos es donde están apareciendo los enterramientos. También quiero dejar claro que todavía no tenemos una fecha exacta para estos enterramientos porque estamos en una fase inicial de los trabajos, digamos. Normalmente antes de hacer una obra en entornos susceptibles de que aparezcan restos arqueológicos de interés, lo que se hace es una intervención valorativa. Eso fue exactamente lo que hicimos nosotros en Lalín de Arriba para valorar si hay restos o no, y en función de eso adoptar las medidas adecuadas para cuando se acometa la obra que no sea agresiva. Precisamente, ahora en Lalín estamos en ese punto. En el momento en el que comenzaron a aparecer restos humanos paramos porque ya te digo que era una intervención muy corta cuyo objetivo era valorar lo que había. Ahora que se sabe que existen restos arqueológicos de interés hay que hacer un informe dirigido a Patrimonio, ver exactamente cómo datar la obra y todas esas cosas. Es muy probable que si seguimos excavando aparezcan más cosas en todo ese entorno.
-¿Les sorprendió el buen estado de conservación de la osamenta?
-Los restos óseos en Galicia habitualmente no se conservan nada bien porque el suelo es muy ácido y todo lo que son restos orgánicos normalmente desaparecen en relativamente pocos años. Claro que tampoco sabemos exactamente qué edad tienen, pero los materiales que encontramos en los niveles que los cubren son de finales de la Edad Media en torno a los siglos XIV o XV. Por estratigrafía suponemos que los enterramientos son anteriores. Al menos en el sondeo donde apareció el cuerpo más completo de todos los que hay.
-¿Cuánto se tardará en datar los restos del que el teniente de alcalde de Lalín bautizó como "Martino", el primer lalinense medieval?
-Eso depende un poco de algunos factores porque no todas las muestras sirven. Ahí ya necesitamos, en caso de que tengamos que hacerlo, contactar con un especialista en restos óseos para que le pueda sacar toda la información posible. No sólo de época, también habrá que ver si se trata de hombres o mujeres, si hay algún tipo de patología y demás. Claro, la gente que se dedica específicamente a ese trabajo le podrá sacar mucha más información de la que le podemos sacar nosotros. Será una de las cuestiones que habrá que plantear para ver si se puede llevar a cabo o no una intervención así.
-En este tipo de intervenciones como la de Lalín tan cerca de las viviendas, ¿se soportan bien por parte de los vecinos de la zona'
-Hay un poco de todo, la verdad. Pero siendo honesta tengo que decir que de momento la inmensa mayoría de la gente es muy amable. Lo que pasa es que la gente normalmente tiene mucha curiosidad con la arqueología y te preguntan qué estamos haciendo o si sabemos algo sobre el asunto. Muchas veces incluso nos ayudan a completar información de épocas recientes. Por ejemplo, localizamos una tajea que está asociada a una antigua fuente, una conducción de agua de piedra que probablemente sea del siglo XIX, más o menos, y aunque no tenemos una fecha exacta sí que podría estar por ahí. Entonces, en cuanto apareció, fueron los propios vecinos los que nos dijeron que esa tajea llevaba agua de una fuente que había dentro de la casa de Moure, y muchas veces son ellos los que te ofrecen una valiosa información importante. Siempre hay alguna persona puntual que te molesta o que le parece un estorbo o innecesario lo que haces, pero ya digo que la gran mayoría de las personas lo que tienen es curiosidad. Pasan por allí, les comentamos lo que estamos haciendo, y sin más problemas.
-¿Piensan estar mucho tiempo en la excavación del entorno de la iglesia de Lalín de Arriba?
-El objetivo de la primera intervención era hacer las dos catas que se pueden ver junto a la iglesia. Ahora mismo estamos en un parón hasta saber qué se resuelve hacer y que medidas hay que tomar o si hay que seguir abriendo más o no. De momento estamos parados, pero habrá que volver evidentemente. Lo que pasa es que tenemos que esperar a emitir el correspondiente informe y que lo analice la Dirección Xeral de Patrimonio. Y en función de lo que ellos nos digan, pues dependerá lo seria que tendrá que ser la intervención de Lalín de Arriba.
-Supongo que Galicia es todo un paraíso para una arqueóloga como usted.
-Sin duda. Tenemos muchísimas comunidades de yacimientos. Hay más de arqueología prehistórica, pero la medieval está abandonada.
