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Los residentes en el extranjero aumentan en la última década en casi 5.000 personas

-Los empadronados en las comarcas que viven fuera de España alcanzan ya los 25.875 -Lalín rebasa el millar de personas y A Estrada y Cerdedo-Cotobade se acercan a esta cifra

Fiesta de mayores y emigrantes de Lalín. // Bernabé/Ana Agra

No todos los vecinos de las comarcas que residen fuera de España han nacido aquí y han emigrado en busca de una oportunidad laboral que no fueron capaces de conseguir en su país de origen. No obstante, parte de lo que técnicamente se denomina Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) sí está condicionado por los cientos de empadronados en alguno de los nueve municipios de Deza y Tabeirós-Montes que cada año se trasladaron al extranjero.

En este movimiento de la población entran tanto los nacidos en las comarcas que emigran a otros países como los descendientes de los españoles que siguen empadronados en sus lugares de nacimiento. En la última década este padrón en Galicia se incrementó en un 26%. Fueron exactamente, entre 2009 y 2019, hasta 136.074 las personas que contribuyeron a disparar el censo de gallegos en la diáspora. Fuera de España hay ya más de medio millón de gallegos; en concreto, 519.646.

Este porcentaje, en las comarcas, está bastante por debajo de la media autonómica, pero aún así representa un crecimiento bastante considerable. En estos diez años el PERE de ciudadanos de alguno de los términos municipales de Deza y Tabeirós-Montes se disparó en cerca de cinco millares de personas. Fueron, en concreto, 4.854 más que las que había en 2009 hasta alcanzar las 25.875. Ningún concello de la zona tiene, ni de lejos, tanta población como el que podía denominarse simbólicamente municipio de la emigración.

A Estrada es el término municipal con más vecinos de pleno derecho que hacen su vida fuera de España. Son exactamente, según el último informe del Instituto Galego de Estatística (IGE) 5.980 personas, 956 más en diez años. Cerca de este volumen de ciudadanos se coloca Lalín, que vio como en una década su censo de residentes en el extranjero crecía en 1.068 personas para situarse ahora en un total de 5.557. Hay que tener en cuenta el impacto que sobre el montante total del censo poblacional tiene el PERE en Cerdedo-Cotobade, que cerró el pasado ejercicio con 3.376 almas más en el extranjero que las que tenían diez años antes, por separado, las dos administraciones municipales. La subida en este período fue de 901 personas.

Más moderado fue el éxodo de silledenses, con 464 vecinos a mayores de los 2.789 que había 120 meses antes. Los cruceños que hacen su vida lejos de las fronteras españolas suman 1.703 tras aumentar este registro en 356. En Rodeiro el crecimiento es realmente importante, al pasar de 1.660 a 2.174 y en Agolada la diferencia es mucho menos relevante. Con todo, sus residentes fuera de España se incrementan en 197 personas en diez años, para totalizar 831. En Dozón son 645, 136 más. Por último, en Forcarei son 2.356, al experimentar un crecimiento de 262 vecinos.

El éxodo de ciudadanos a otros países o las altas de descendientes de ciudadanos de las comarcas en estos territorios se ha frenado por segundo año consecutivo en la última década. Los empadronados en Deza y Tabeirós-Montes que viven lejos de su nacionalidad disminuyen en 130 casos y esta caída se constata en todos los municipios de la zona, con la excepción de los concellos dezanos de Rodeiro y Agolada. Este padrón absoluto alcanzó su techo en el año 2017, con hasta 26.087 ciudadanos más allá de las fronteras españolas.

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