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Pedro: "Vencer el estigma del alcoholismo es más difícil para la mujer que para el hombre"

"En los municipios pequeños a la gente le cuesta cruzar la puerta de nuestra sede"

Pedro, ayer, en la delegación de FARO DE VIGO en Lalín. // Bernabé/J. L.

El Grupo Lalín de Alcohólicos Anónimos celebra este viernes su undécimo aniversario con una reunión abierta para informar del programa de recuperación del colectivo en la comarca dezana y alrededores. La cita será a las 20.30 horas en el número 3 de la calle Manuel Rivero, donde está situada la sede de la asociación. Pedro, que oculta su verdadera identidad, es el portavoz de la agrupación.

-¿Qué balance hacen de estos once años de existencia?

-Bueno, pues para ser una villa donde nunca es fácil por el estigma social, se puede decir que ha ido bastante bien. Somos unos de los pioneros porque compartimos experiencias a nivel personal pero también a nivel grupal. A la gente le cuesta acercarse, la verdad.

-Supongo que será más complicado hacer esta labor en lugares donde todos se conocen, ¿no?

-Es cierto que a la gente en estos municipios pequeños les cuesta cruzar la puerta de nuestra sede. A veces vienen empujados por sus familiares o los que llegan realmente se han concienciado de que tienen un problema grave y buscan una solución, que son los que se suelen quedar al final.

-¿De qué va el programa de recuperación de Alcohólicos Anónimos?

-Se trata de un programa sugerido compuesto por doce pasos, que van desde admitir que se tiene un problema, pedir ayuda porque uno solo no puede o hacer un inventario hasta comunicarse con un consejero o un médico, disponerse hacer una lista de las personas a las que hemos perjudicado en estado de embriaguez y pedirles perdón. y transmitir que somos una solución más para dejar el alcohol.

-¿Cuál es el grado de éxito de este tipo de programas?

-Aunque no tenemos datos al respecto, te puedo decir que el porcentaje de los que acuden a nosotros y dejan el alcohol estaría rondando el 20 por ciento. Ahora somos una decena, y que acudieran al grupo serían unos 40 o 50.

-¿Hay muchas recaídas?

-Algunas siempre hay, evidentemente. Date cuenta de que se trata de una enfermedad y si no se hace bien el programa puede pasar. Si sucede en los tres o cuatro primeros meses, nosotros no lo consideramos una recaída. La mayoría de los que recaen pueden venir a nosotros una o dos veces.

-¿Existen diferencias entre el alcoholismo de ciudad y el rural?

-Te puedo decir que la mayoría de los que pertenecen a nuestro grupo bebían en casa, aunque también acudían a los bares. Aquí hay oportunidades distintas que en la ciudad a la hora de consumir alcohol. En la aldea no es raro de que alguno esconda la bebida en el pajar o va al barril de vino directamente, que es algo más difícil de encontrar en la ciudad.

-¿Se puede ser alcohólico y no saberlo o negarlo rotundamente?

-Si todos tus familiares y amigos te están diciendo que tienes un problema, es que lo tienes por que la familia y el médico, por ejemplo, lo ven de una forma muy clara. Aún hay gente que piensa que el alcohólico es esa persona que deambula por las calles con el cartón en la mano y que lo ha perdido todo. Hay alcohólicos que conservan sus coches y sus propiedades. Sin embargo, mujeres acuden pocas a nuestro local.

-Sin embargo, hace un tiempo se había hablado de un repunte del alcoholismo femenino.

-Es cierto, pero al final no se quedaban con nosotros y algunas habían conseguido dejarlo. Para la mujer vencer el estigma del alcoholismo es más difícil que para el hombre. Lo que más está pasando ahora es que acudan mujeres con estudios superiores que pueden ir de vinos como los hombres. En las ciudades el número de hombres y mujeres que acuden a nosotros es más parejo que en el rural.

-¿Se sigue iniciando a los niños en el consumo del alcohol?

-La mayoría de los alcohólicos empiezan a consumir siendo adolescentes. Algunos, muy pocos, empiezan con 30 años o incluso con 40 o más para refugiarse en la bebida después de un revés de la vida o algo parecido. Además, en una convención nacional que tuvo lugar esta Semana Santa se escribió un artículo sobre que los jóvenes con 13 o 14 años acudían con comas etílicos que a la larga son perjudiciales. Van creando una serie de hábitos a partir de un fin de semana y después amplían la frecuencia del consumo. En Estados Unidos hay grupos de jóvenes de Alcohólicos Anónimos, algo en lo que nos llevan ventaja. Tienen a gente que empezó a consumir con apenas 16 años, por ejemplo.

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