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El impacto de la población inmigrante

Dos de cada diez extranjeros que residen en Deza y Tabeirós son naturales de Venezuela

En las comarcas hay 1.123 nacidos en el país caribeño; 225 más que hace cinco años -Lalín es el municipio con más ciudadanos de esta nacionalidad -Los foráneos que viven en las comarcas rebasan los cinco millares

Venezuela fue uno de los países que atrajo más emigrantes gallegos en décadas como los años 50 y 60 del siglo pasado. Algo más de medio siglo después la situación ha dado la vuelta y las comarcas reciben a numerosos nacidos en el país caribeño, un éxodo que se ha acrecentado en los últimos años, hasta el punto que los nacidos en Venezuela que residen en Deza y Tabeirós-Montes representan ya el 20% del total de foráneos.

Si el número de personas que hacen su vida en alguno de los nueve municipios de la zona podemos decir que más o menos se mantiene en los últimos años, no acontece lo mismo con los venezolanos. Si en 2013 constaban exactamente 898 personas nacidas en la nación sudamericana residentes en las comarcas, el pasado año este registro se disparó hasta las 1.123; es decir, 225 más en un lustro. La comparativa con tan solo un año es mucho más llamativa, pues si observamos los datos estadísticos de 2017 y los del pasado curso, los municipios de la zona aumentaron su censo de venezolanos en 103 vecinos. Mientras, del total de los ciudadanos que viven en la zona nacidos en otras nacionalidades, la diferencia en cinco años es de solo 26 más de los que constaban en los registros del Instituto Galego de Estatística (IGE) en el año 2013, contabilizándose de este modo un total de 5.425 ciudadanos.

Representantes de colectivos de venezolanos de las comarcas atribuyen la marcha de compatriotas de su país natal a Galicia y, a Deza y Tabeirós-Montes, en particular, a la delicada situación socio política que atraviesa el país bajo el gobierno de Nicolás Maduro. En estos cinco años de referencia, a la comunidad gallega llegaron algo más de 6.700 personas procedentes de Venezuela y Galicia cerró el pasado ejercicio con 28.165 residentes oriundos de este país.

El último registro oficial de venezolanos residentes en la zona sitúa a Lalín como el municipio que más personas de esta nacionalidad acogió, totalizando 441 vecinos y medio centenar de ellos llegaron durante el año 2017. En este curso otros 21 se sumaron a la colonia de estos ciudadanos en Silleda, donde residen un total de 143. A partir de ahí y, salvo la excepcionalidad de a Estrada, los asentamientos de venezolanos son mucho menos representativos en términos absolutos, aunque no tanto porcentualmente. En la cabecera comarcal de Tabeirós -donde como en Lalín hay un colectivo de venezolanos y que en ambos casos suman varios centenares de asociados- viven 349 ciudadanos nacidos en este país; una treintena a mayores en doce meses. En Vila de Cruces residen 47 (uno menos en un año) y el mismo número aumentó en Rodeiro y Agolada, localidades elegidas por 21 y 5 nativos venezolanos para vivir. En Dozón constan solo dos personas, las mismas que había hace un año y también cinco atrás. En Forcarei son 54 tras sumar 8 en un año, mientras que Cerdedo-Cotobade es el único ayuntamiento de las comarcas en el que la llegada de venezolanos baja en un año y los 68 inscritos son 7 menos.

Por otra parte, en este territorio del norte provincial hay un total de 5.425 vecinos que nacieron en otros países. En este caso, a diferencia de la colonia de venezolanos que no para de crecer, solo Lalín, y en menor medida A Estrada, son capaz de mantener su capacidad de atracción para que foráneos se decanten por este municipio para vivir. En un lustro este censo se vio incrementado en 323 personas para totalizar 2.275 residentes naturales de una nacionalidad distinta a la española. Así, la cabecera comarcal dezana se convierte en el concello más cosmopolita de la zona, pues los nacidos en otros países suponen el 11% del padrón absoluto. Dos puntos porcentuales menos tiene Silleda, con 796 ciudadanos foráneos, cuando un lustro antes contaba con 1.005. La caída del censo de extranjeros es común en los demás concellos dezanos, excepto en Dozón. En Vila de Cruces constan 254 (94 menos en cinco años) y 95 y 65 suman Rodeiro y Agolada, tras ceder 18 y 29 respectivamente. La treintena exacta de nacidos en el extranjero que vive en Dozón son siete más en 60 meses.

En A Estrada su censo de foráneos alcanza los 1.394 y en cinco años subió en 28 personas, mientras que en Forcarei son 11 menos y se mantienen 204. En Cerdedo-Cotobade tomamos como referencia los extranjeros inscritos el año pasado y los habidos cinco antes como concellos independientes. Ahora son 312, frente a los 335 de un lustro atrás.

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