Que Lalín haya encadenado varios años con un crecimiento de su padrón de habitantes convierte a este municipio en una rara avis dentro de los territorios del interior gallego, donde la regresión poblacional es una constante desde hace mucho tiempo, pues son los concellos de la franja atlántico-cantábrica los que prácticamente son capaces de ganar vecinos. La capital dezana no se escapa de ver como cada año su saldo vegetativo es negativo y los nacimientos no son suficientes para compensar los óbitos. Así lo corroboran los últimos datos estadísticos disponibles, de 2017, cuando en Lalín nacieron 141 bebés, mientras que los fallecimientos sumaron 225. Si tomamos como referencia los datos de una década, el balance es de 1.597 nacimientos y 2.509 óbitos.
Pero la cabecera comarcal dezana es, también en Deza y Tabeirós-Montes, la que mejores perspectivas muestra en este sentido, tras años en los que la sombra de la pérdida de categoría, la situación ha mejorado, pero superar la barrera de los 20.000 habitantes se convierte casi en un reto cada año. Las campañas de empadronamiento impulsada por el Concello parece que han surtido efecto y, junto a la mejora de la economía, estos pueden ser algunos de los argumentos para entender como Lalín comenzó el presente año con un censo de 20.218 personas. Así lo corrobora un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) que, como en los demás municipios, se prevé remitir a la administración local.
Este dato supone un incremento de 105 empadronados respecto al padrón oficial a 1 de enero de 2018, cifra hecha pública por Estadística en enero pasado. Pero además supone que el padrón municipal de habitantes marque el mejor registro en siete años y confirma, asimismo, la tendencia alcista iniciada en 2016. El padrón municipal de habitantes marcó estos registros en los siguientes años: 2012 (20.049 habitantes), 2013 (20.148), 2014 (20.158), 2015 (20.005), 2016 (20.044) y en 2017 (20.075). El pasado año arrancó con 20.103.
Lalín se colocó, el pasado ejercicio, dentro de la veintena de municipios de la provincia que consiguieron ganar vecinos. En este ranking también aparece Silleda, mientras que los demás municipios de las comarcas recortaron sus padrones, Cerdedo-Cotobade, el que más.
