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El plazo de solicitud de inscripción remata el 20 de este mes

Los colegios del rural mantienen su ritmo de matrícula y evitan el cierre a medio plazo

Solo dos centros en toda la comarca dezana realizan sendas campañas de captación de alumnos -El CEIP de Cercio ganó 30 estudiantes en los últimos cinco años -El uso de las nuevas tecnologías, uno de los reclamos

Alumnos de la escuela de Donramiro, el año pasado, en una actividad solidaria. // Bernabé/Javier Lalín

Desde el viernes y hasta el 20 de este mes, la Consellería de Educación mantiene abierto el plazo para solicitar matrícula en los centros educativos de cara al curso que viene. La campaña va dirigida a los nuevos alumnos (sobre todo los de cuarto de Infantil), pero también a aquellos estudiantes de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato que deseen cambiar de centro, siempre que haya plazas disponibles.

Estas vacantes se dan, por regla general, en todos los colegios del rural no solo lalinense, sino también en los de Merza y Piloño (en Vila de Cruces), así como en Dozón y Agolada. Al margen de esas plazas libres, estos centros mantienen su ritmo de matrícula y, aunque el fantasma del cierre sigue latente, a medio plazo lograrán evitarlo. En el citado CEIP de Merza estudian este curso 18 alumnos, tras la incorporación la semana pasada de dos nuevos. En años anteriores, desde este colegio se editaron vídeos en contra del cierre. De momento, aunque la cifra no es muy boyante, aún está lejos del mínimo de 5 alumnos que suele manejar la consellería para que un centro siga funcionando.

En Merza hay tres aulas mixtas, de modo que los de Infantil comparten espacio con Primaria, igual que hacen los de tercero y cuarto, así como los de quinto y sexto, todos ellos de Primaria. Este colegio dispone de plazas libres en todos los cursos: tres tanto en cuarto como en quinto de Infantil; cuatro tanto en sexto de Infantil como en primer curso de Primaria; dos en el segundo curso, cinco en tercero, uno en cuarto, dos en el quinto curso y cuatro en sexto de Primaria.

Merza no hizo este año un vídeo reivindicando las bondades de las aulas poco masificadas e incluso de las aulas mixtas. Tampoco fue necesaria ninguna campaña en el colegio Varela Buxán, en la parroquia lalinense de Cercio. La presidenta de la ANPA, Ana Belén Varela, señala que "estamos teniendo una media de incorporación de 10 niños por curso". Si hace cinco años, cuando se sumó a la asociación de padres, había 54 alumnos, ahora llegan ya a los 80. Estos buenos resultados obligan a que se necesite ya un refuerzo en el comedor, puesto que el centro dispone de una única cocinera, y la ratio es de un cocinero por cada 74 estudiantes, a los que hay que añadir los docentes a la hora de preparar los menús.

"Ahora volvemos a tener las unidades separadas y completas. Hicimos campañas de captación en años anteriores, pero en la actualidad tenemos alumnos con hermanos pequeños en edad escolar", de modo que el colegio ya se nutre de estos nuevos estudiantes. Entre los reclamos con que cuenta el centro, figuran las clases de inglés con un profesor nativo o el programa de refuerzo educativo PROA.

Los colegios rurales pueden poner en marcha campañas de captación, pero tienen en su contra que, por norma, los alumnos deben acudir al centro de su área de influencia, que suele ser el más próximo a donde vivan o trabajen los padres. Pero, como pueden marcar hasta seis opciones de centros, un alumno del casco urbano lalinense puede terminar estudiando en el rural si no quedan plazas en la primera opción y, además, tendrá derecho a comedor y transporte escolar. También dispondrá de estos servicios si tiene que mudarse de centro por motivos laborales de los padres.

Las aulas poco masificadas y una educación que integra el aprendizaje de idiomas así como las nuevas tecnologías, amén del comedor e iniciativas de conciliación, son los principales reclamos a la hora de escoger colegio. El Vicente Arias de la Maza, en Vilatuxe es un referente a nivel provincial a la hora de usar la robótica en las aulas, y de ahí uno de sus encantos. Su matrícula, igual que en Cercio, también ha subido: pasó de los 72 alumnos en el curso 2013/2014 a los 89 del presente. El año pasado, sin ir más lejos, ingresaron 11 nuevos estudiantes. Su directora, Teresa Aller, apunta que el centro está abierto a las visitas de los progenitores que quieran conocer su día a día. Del mismo modo, el colegio tiene una cuenta en Instagram para las familias, al margen del sitio web del que dispone, al igual que los demás CEIP. Un incremento en la matrícula del colegio de Vilatuxe no supondría un gran cambio en el transporte escolar, pues dispone de varias plazas libres, pero sí en el comedor. "Si por, ejemplo, viniesen diez niños más, tendríamos que disponer de otro cocinero", apunta la docente.

Algunos centros, como el de Dozón y Agolada, notan la crisis demográfica pero tienen a su favor que son los únicos que funcionan en su municipio. En el caso del Pío Cabanillas Gallas, en Dozón, su matricula también se recupera poco a poco, y tiene cantera en los cinco pequeños que usan la casa-nido puesta en marcha el año pasado para bebés de cero a tres años. Y, de nuevo en Vila de Cruces, el CEIP Cerdeiriñas también busca alumnos, pero por el momento ya cuenta con 46 reservas de plaza para el curso que viene. Tiene otras 34 vacantes: 8 en cuarto de Infantil, 3 en primero de Primaria; 7 en segundo; 6 tanto en tercero como en cuarto y cuatro en quinto. Sus alumnos están distribuidos en cuatro aulas mixtas.

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