-¿Ha ido perdiendo con el paso del tiempo esa pasión inicial por la magia y todo lo que la rodea o todavía la sigue manteniendo?
-Al venirme a vivir de nuevo para A Estrada perdí un poco el contacto con los amigos y compañeros de Lugo. Antes los veía todas las semanas y ahora dos veces al año. Para mí, Lugo fue muy importante en cuanto a la magia y echo mucho de menos el colectivo de magos. Con la llegada de los hijos también tuve un momento más bajo pero ahora estoy recuperando la ilusión de nuevo. Me gusta que crezcan viendo a su padre haciendo magia. Es una historia y una idea muy bonita. A veces me vienen a ver actuar. Es una sensación nueva para mí. Es algo que agradezco. Pensar que les pueda quedar ese recuerdo de mí para siempre es especial. tengo ido a actuar al colegio en el que están o a veces tienen venido a verme actuar en otros lados.
-Y el público... ¿Considera que la gente sigue emocionándose con la magia o nota que se puede ir perdiendo esa ilusión con la llegada de los tiempos modernos y las nuevas tecnologías?
-Creo que sigue habiendo mucha ilusión en la gente con la magia. Creo que incluso hay más que antes. Ahora salen muchos magos en las teles y ya se sabe que lo que sale en la tele siempre tiene mucho tirón. Eso ayuda a que la gente conozca la magia y que se anime a disfrutar con ella. La gente lo tiene en la cabeza porque son cosas que están viendo menudo. Hace trece o quince años cuando yo empecé la gente tenía pocas referencias de magos. Se podría decir que muchos conocían a Juan Tamariz y poco más.
-Como ocurre con tantas otras cosas, va por modas. Solo hay que ver al Mago Pop o a Dynamo.
-Es cierto. Hoy en día hay muchos magos conocidos y la mayor parte de ellos a través de la televisión.
Antonio Vilarelle se inició en la magia en el año 2005 y hoy, bajo el nombre de Mago Toño, es el ilusionista estradense más conocido. Desde el Teleclube da Comedia a actuaciones en centros escolares, pasando por escenarios de toda Galicia. Este polifacético mago mantiene la misma la ilusión que hace ya catorce años lo llevó a unirse al grupo de magos Waldemmar de Lugo para iniciarse en este mundo.
-¿Cuándo y cómo se inició en el mundo de la magia?
-Empecé en 2005 y todo vino por un cúmulo de casualidades. Fue en Lugo. En aquella época yo tenía una novia, que hoy es mi mujer, así que iba allí todas las semanas. En Lugo siempre había espectáculos de magia en los bares e iba mucho porque siempre era algo que me gustó. Allí vi actuar al Mago Teto un par de veces y a otros muchos. Por la semana sin embargo estaba en A Estrada. Un día me enteré de que se organizaba un curso de magia en Silleda que impartía el Mago Teto. Decidí apuntarme y aparecí allí con una camiseta suya que había lanzado durante un espectáculo de magia en Lugo y me había caído a mí. Después de finalizar el curso de ocho horas vino a hablar conmigo. Vio que tenía interés por la magia y que me defendía más o menos, así que me propuso formar parte del colectivo de magos de Lugo, el colectivo Waldemmar. Estaban buscando gente para quedarse, no para aprender secretos y luego marchar. No pude sin embargo aceptar, porque yo vivía aquí y solo iba a Lugo de paso. Pasado un tiempo sin embargo me fui a vivir para allí. Un día paseando por Lugo me paré a mirar una papelería que tenía en el escaparate unas cartas y curiosamente dentro estaba el Mago Teto. Salió fuera y me volvió a invitar. Esta vez no le dije que no. Así fue como entré en el colectivo, donde encontré compañeros fantásticos. Digamos que mi comienzo en este mundo fue una casualidad.
-Luego le haría falta un aprendizaje, ¿cómo fue?
-Los magos del colectivo me enseñaron muchas cosas. Luego busqué en libros y en otros sitios. A partir de ahí tocó practicar mucho para aprender a hacer magia. Cuando crees que ya lo tienes, todavía es necesario practicar un poco más. En Lugo yo veía además muchos espectáculos en directo. Coincidió además que empezaron a hacer el festival de magia internacional de Lugo, que todavía lo siguen haciendo. No falló ningún año. Ahí las opciones de magia en una semanas eran mucha y yo iba a todas las actuaciones. Así aprendes mucho. Sin embargo, no aprendes solo de los magos. También de una payaso, un pianista... De todos sacas algo.
-Sí, porque la magia tiene un componente muy importante de interpretación.
-Efectivamente. El éxito de un juego de magia está en la presentación. El 85 por ciento es la presentación. El 15 por ciento restante es el propio juego.
-¿Qué es hoy en día para usted la magia?
-Diría que es un poco de hobby, entretenimiento y trabajo. Lo paso muy bien y disfruto mucho.
-Vivir de esto será sin embargo complicado.
-Tengo muchos amigos que viven de la magia. Yo me conformo más con lo que va saliendo. Si quieres vivir de esto sí que se puede. En mi caso soy conformista y tengo dos niños, que me quitan mucho tiempo. Antes a lo mejor ensayaba diez horas al día e incluso más. Durante los dos primeros años fue así. Llegué a soñar con la magia. Era maravilloso levantarse por la mañana y empezar a recordar los sueños. Ahora si ensayo un par de horas al día está bien, mientras los niños están en cama o en el cole. Sino es imposible.
-Actúa además en todo tipo de escenarios, desde colegios para niños al Teleclube da Comedia.
-Sí, tengo actuado desde niños de 0-3 en una guardería hasta el despedidas de solteras. Me adapto y me gusta porque te obliga a cambiar tu personalidad dependiendo la gente para la que actúes.
-Forma además un tándem ya de sobra conocido con Manolo do Atlético en el Teleclube da Comedia. ¿Le gusta esa mezcla de géneros?
-Sí, me gusta mucho. Llevaba muchos años actuando solo por toda Galicia. De repente surgió esto del Teleclube da Comedia y formar tándem con Manolo. La verdad es que la posibilidad de actuar acompañado es una maravilla. Además Manolo es siempre una persona muy positiva y alegre y eso se contagia. Debo decir que lo pasamos siempre genial y el público para el que trabajamos en el rural es súper agradecidos. Estamos encantados.
-Lo decía usted, actúa sin embargo por toda Galicia.
-A donde me llamen voy. A veces trabajo para una asociación de Lugo. Tengo también un representante. Muchas veces sin embargo vienen por gente que me conoce. De una actuación siempre puede salir otra y otra.
-¿Qué tipo de magia le gusta más?
-Me gustan mucho las magias en las que el público participa y que tenga humor. Me gusta mezclar la magia con el entretenimiento. Yo no me considero una persona muy cómica ni muy graciosa, pero la gente se ríe y lo pasa bien.
