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María Hesse: "La pareja es una parte de la vida, pero no tiene que ser la que nos completa"

"Me di cuenta de que era feminista hace un par de años, aunque siempre lo fui"

María Hesse, entre Martina González y Ana Torres, ayer, en la Casa da Xuventude de Silleda. // Bernabé/Javier Lalín

La Casa da Xuventude de Silleda fue escenario ayer de una interesante mesa redonda bajo el título de "O mito do amor romántico", en la que se analizaron desde un punto de vista multidisciplinar cuestiones como la representación de la mujer o la transmisión de estereotipos. En la mesa estuvieron las licenciadas en Psicología, Ana Torres Jack y Martina González Veiga, junto a la ilustradora María Hesse. La creadora andaluza fue una de las protagonistas del evento.

-¿Por qué se apropió del apellido del escritor Hermann Hesse?

-Leí varios libros suyos, en especial Demian, que fue el primero que me impactó estando en la universidad. A partir de entonces, empecé a firmar los dibujos con ese apellido y hasta hoy. Son cosas que haces cuando eres más joven. La verdad es que ahora no sé si lo volvería a hacer, pero ya está hecho. Siento gran admiración por muchas escritoras, por eso digo que a lo mejor me resultaría difícil elegir.

-¿Fue difícil convertir su gran pasión en una profesión?

-Yo he dibujado siempre, pero estudié Magisterio. Hubo un momento en mi vida en que dejé de preparar oposiciones para formarme como ilustradora y poder convertir esa pasión en mi profesión haciendo un ciclo de grado superior. Desde luego no fue fácil, pero pienso que es igual que cualquier otro trabajo de hoy en día. Tengo que reconocer que tuve la gran suerte de poder conseguirlo.

-¿Sigue estando mal pagado la ilustración o en eso, también, se ha mejorado con el paso del tiempo?

-Es cierto que hay casos en los que ofrecen poco dinero, y por eso algunas hemos luchado para que no fuera así. Ahora mismo no me pagan mal, pero seguramente es porque tengo una posición de privilegio. Por regla general, suelen pagar por lo bajo. Sí que te puedo decir que he rechazado algún encargo, y en algunos casos fue porque no me pagaban lo que valía el trabajó. También he dicho que no por falta de tiempo o porque no iban en relación con cosas en las que yo creo. Las ilustradoras e ilustradores tenemos una pelea constante con los presupuestos y de que se nos pague de forma digna.

-¿Qué falla en nuestra idea actual del amor romántico?

-Yo creo que lo que falla sobre todo es que muchas veces cuando tenemos pareja renunciamos a parcelas tan importantes como la profesión, las amistades o la familia, y se nos olvida todo eso por estar con esa persona. También pienso que es completamente erróneo pensar que si no tenemos pareja no vamos a ser felices. Una pareja es una parte más de la vida pero no tiene que ser la que nos completa.

-¿Cuándo se dio cuenta de que era una mujer feminista?

-Pues, me di cuenta hace un par de años más o menos. En realidad, siempre fui feminista. Hubo un momento en el que me di cuenta en que había muchas situaciones en que las mujeres no habíamos conseguido la igualdad y que teníamos que luchar por conseguirlas.

-¿Cuánto tienen de usted las mujeres de sus ilustraciones?

-Tienen mucho de mí, pero también de otras muchas mujeres. Son mujeres que me parecen que tienen mucha fuerza y que cuentan cosas que son importantes. Hablo de mi madre, por ejemplo, pero también de escritoras que admiro o de artistas muy comprometidas.

-Además de al músico David Bowie, ¿tiene previsto dibujar a algún otro hombre en sus series?

-Tengo que reconocer que, sobre todo, lo que más dibujo son mujeres porque es lo que más me apetece ahora mismo hacer, y porque es lo que me sale. El libro que hice de David Bowie lo hice encantada porque disfruté mucho durante su realización. Si en un futuro tengo que volver a dibujara otro hombre, lo haré, por supuesto. También me inspiro en hombres porque tengo un proyecto personal que está basado en un libro de Eduardo Galeano y que voy haciendo poco a poco. Para mí, evidentemente, los hombres no son excluyentes. Tengo que decir que antes ni me lo planteaba. Dibujaba mujeres porque me salía y me sale de forma natural y porque es lo que mejor conozco.

-¿De dónde le viene esa querencia a dibujar corazones de los que brotan ramas con hojas?

-Yo creo que es una forma de expresar las emociones como otra cualquiera. Hace un tiempo los hacía desnudos, y ahora están acompañados por todo un universo con mucho significado para mí, la verdad. De todas formas, tengo que decir que esos corazones no aparecen siempre en mi obra porque tiene que haber un motivo, algo que provoque en mí la necesidad de dibujarlos. También es cierto que habitualmente estos corazones aparecen asociados a personas o seres especiales, muy especiales. Supongo que me acompañan siempre y por eso necesito pintarlos así.

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