Era una tarde gélida, la misma en la que la primera nevada del otoño tiñó de blanco las calles de Soutelo de Montes. Pero, paradójicamente, en las instalaciones del colegio de Soutelo de Montes hizo calor. Fue calor humano, del que no se debe a la climatología sino que emana directamente del corazón. Un nutrido grupo de jóvenes exintegrantes del mítico grupo Os Gaiteiros de Soutelo volvían a subirse al escenario con sus instrumentos para rendirle homenaje en la Xuntanza de Música Tradicional a quien fue su maestro: Avelino Alberte Fírvida.
Este había acudido al recinto como espectador. Su mujer, Hermitas Dobarco, comparte con él su pasión por la música tradicional y forma parte del grupo de pandereteiras Rebuldeiras de Soutelo de Montes. Pero, para su sorpresa, Avelino Alberte Fírvida se convirtió en protagonista de la Xuntanza de Música Tradicional que organizó uno de sus exalumnos, Rubén Troitiño, contando con la colaboración de la Asociación Sociocultural O Can de San Roque, el CEIP Soutelo de Montes y los grupos de música tradicional Pandereteiras Rebuldeiras, Asociación Cultural Os Abrentes de Cerdedo, Pandereteir@s do Val de Quireza y Seitura de Pontevedra.
Troitiño es hoy uno de los integrantes del grupo de gaitas Os Abrentes de Cerdedo pero tiene raíces familiares en tierras soutelanas. Y forma parte de la legión de jóvenes gaiteiros soutelanos actuales que son herederos de la maestría del mítico Gaiteiro de Soutelo, Avelino Cachafeiro, por obra y gracia de su sobrino, Avelino Alberte Fírvida, a la postre precursor de la Festa do Gaiteiro de Soutelo de Montes, cuya organización asumiría después el Concello de Forcarei hasta lograr en 2010 -de la mano del alcalde David Raposeiras- que fuese declarada Festa de Interese Turístico Galego y que, después de que el Concello dejase de organizarla, retomaron de nuevo los vecinos para seguir homenajeando a quien fue su abanderado y llevó el nombre de Soutelo por todo el mundo.
Esos jóvenes gaiteiros a los que Avelino Alberte Fírvida instruyó cuando constaban apenas 6 o 7 años, instruyó en solfeo de manera completamente altruista, para inocularles el "virus de la música" tradicional gallega quisieron expresarle su más profundo agradecimiento haciendo sobre el escenario lo que él les enseñó.
Interpretaron cuatro de las piezas más destacadas del repertorio del grupo Os Gaiteiros de Soutelo que Avelino Alberte Fírvida fundó a finales de la década de los 80 y principios de la de los 90, cuando eran apenas unos niños. Inicialmente fue un cuarteto. Luego, la formación fue creciendo y, de hecho, llegó a tener 60 integrantes entre músicos de gaita y percusión tradicional gallega y cuerpo de baile. Aquellos niños que recuerdan el cariño con el que él les enseñaba música "por método, por solfeo" tocaron piezas que él mismo les había enseñado a interpretar: Muiñada, Muiñada de Ourense, Pasodoble do Carballal y Pasodoble de Lalín. Y le explicaron la razón. También subió al escenario a decir unas palabras su hermano Bautista que, como él, todavía no ha dejado la música. Siguen formando parte del grupo Os Diplomáticos do Acordeón.
Lógicamente, Avelino Alberte Fírvida no pudo evigtar emocionarse. Convertido en protagonista, no tuvo más remedio que subir al escenario. Se fundieron en un cariñoso abrazo. Luego, sus exalumnos le agasajaron con una figura de Sargadelos para que tenga un recuerdo físico del acto de homenaje que a buen seguro que dejará una huella indeleble en su corazón.
Al fin el precursor y alma mater en sus albores de la Festa do Gaiteiro en honor a su tío, el mítico Avelino Cachafeiro, se convertía en el homenajeado por los niños a los que instruyó en la música del célebre Gaiteiro de Soutelo.
Esta sigue muy viva en la tierra de la que abanderado. Y así quedó patente en la tarde del sábado en el homenaje a su sobrino, Avelino Alberte Fírvida. En Soutelo de Montes volvía a sonar, una vez más, la música tradicional gallega de la mano de las Pandereteiras Rebuldeiras de Soutelo de Montes, el grupo de gaitas de la Asociación Cultural Os Abrentes de Cerdedo, la formación Pandereteir@s do Val de Quireza (también del vecino municipio de Cerdedo-Cotobade) y el grupo Seitura de Pontevedra. Le pusieron la banda sonora a una velada, ciertamente, inolvidable.
