A falta de conocer los estudios estatales más recientes acerca del censo de población y viviendas, el último colocaba a Lalín como el municipio español de su categoría con más inmuebles vacíos; algo más del 28% del total. La desmesurada construcción de inmuebles en los años anteriores a la crisis provocó un exceso de oferta y, en consecuencia, una caída de precios y que los solares hayan perdido valor ante la falta de compradores. Otro problema más reciente se debe a que, pese a que los precios han bajado, muchos compradores no dan accedido a una hipoteca y optan por el mercado de alquiler, que, en un contexto global, también está favoreciendo de que se hable de una segunda burbuja inmobiliaria, pero en los alquileres.
Pues bien, pese a que las viviendas han visto reducido su valor, la tasación que se toma de referencia para calcular el pago de impuestos municipales o liquidar operaciones de compraventa o herencias, no ha parado de aumentar en los últimos años. Aunque no conviene establecer una regla de tres para identificar en qué medida ha subido el valor catastral, el promedio en los últimos diez años en el conjunto de los municipios de Deza y Tabeirós-Montes es de más del 40%. En este tiempo -entre 2017 y 2017- el censo de inmuebles urbanos de uso residencial ha crecido en 3.659 casos y casi la mitad de las nuevas viviendas corresponden a Lalín. De las 42.294 totales, la capital dezana aglutina 12.134 tras ganar 1.625. En Silleda son 5.430 (+854), Vila de Cruces concentra 3.383 (+471), en Rodeiro el censo subió en 80 para alcanzar los 1.641 hogares y en Agolada solo son seis más, con un total de 1.952. En Dozón el cómputo se redujo en 43 y conserva 586.
En A Estrada sus 11.576 inmuebles residenciales urbanos son 854 más en diez años, en Forcarei la cifra bajó en 404 para totalizar 1.910 y los datos conjuntos de Cerdedo-Cotobade indican que hay 225 hogares más y 3.682 en total.
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Si nos ceñimos de nuevo al valor catastral de las viviendas hay que indicar que la tasación conjunta de los casi 42.300 inmuebles rebasa los 1.500 millones de euros. Por municipios, el desglose es el siguiente. El valor catastral medio de una vivienda en Lalín es de casi 29.000 euros tras crecer un 12% en una década. Mucho más relevante es el incremento experimentado en A Estrada, donde los valores medios ya rebasan a los de la cabecera comarcal dezana y se sitúan en 37.454 euros; un 55% más en una década. En términos semejantes se han visto incrementadas las tasaciones en Silleda, donde suben un 57% y el valor catastral medio de una vivienda en Trasdeza está en 28.238 euros.
En Vila de Cruces pasa de 20.474 a 31.261 euros y Rodeiro es el caso que más llama la atención. Si diez años atrás la tasación media de un hogar urbano estaba en unos 9.000 euros, ahora los valores se han disparado hasta los casi 23.000. En Agolada la oscilación es muy poco acusada -crece un 8%- y deja estos valores en un promedio de casi 18.000 euros. En Forcarei el valor catastral cae de 14.102 a 12.824 euros y en Cerdedo-Cotobade aumenta de los 9.300 a 14.416.
Por otra parte, en este período el censo de parcelas urbanas se ha visto incrementado en 23.420 casos para totalizar 76.304. A Lalín corresponden 22.649 y en Dozón hay menos de un millar.
