Durante los meses de verano, la población dezana aumenta en 1.301 personas, debido al regreso de los vecinos emigrados a otros puntos del estado y que deciden utilizar sus segundas viviendas en las vacaciones. Esta ligera subida provoca que los gobiernos locales tengan que hacer modificaciones en los servicios que prestan en el día a día. Uno de estos servicios es la recogida de la basura. De forma generalizada, todos los municipios incrementan la frecuencia de residuos en las parroquias rurales, donde más se nota la llegada de los veraneantes, ya sea o bien doblando la frecuencia del paso del camión o incorporando nuevos contenedores ante ese aumento de entrega de residuos.
En Lalín su concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso, indica que en las parroquias se hace un refuerzo de contenedores (sobre todo, los destinados a envases ligeros) durante los días de las fiestas patronales. En el casco urbano, indica, no es necesario hacer dos recogidas diarias, porque ello bloquearía el tráfico. De ahí que el vaciado de contenedores se haga de madrugada, al igual que el baldeo de calles. En este sentido, la concejala hace un llamamiento a los ciudadanos "para depositar la basura en los contenedores al atardecer o por la noche, en lugar de a media mañana" para evitar así la descomposición de los residuos orgánicos con el calor y sus olores. Alonso tampoco considera necesarios más contenedores en el casco. "Es muy complicado mover o colocar nuevos colectores, porque hay que procurar que no vayan delante ni de garajes ni de escaparates ni en salidas de urgencia".
Ayer mismo, Celia Alonso mantuvo una reunión con un representante de la UTE Lalín Sostible (la adjudicataria del servicio de retirada de basura) para abordar la retirada de cartón y papel. "No es normal que un lunes, a las ocho de la mañana, las calles estén llenas de cartón", se queja la concejala, puesto que está habilitado un servicio de recogida puerta a puerta para evitar que estos residuos se acumulen junto a los contenedores y que, en caso de lluvia, terminen mojados e inservibles para su reciclado. Alonso apela, esta vez, al sector de los comerciantes.
En cuanto a la limpieza de calles, las precipitaciones de este año permiten disponer de reservas de agua suficiente como para acometerla con frecuencia. "Aunque la mejor limpieza es no ensuciar", apostilla Alonso, en referencia a los dueños de perros que no recogen los excrementos de sus mascotas. Las lluvias, precisamente, también obligan a arrancar con mas frecuencia las hierbas que crecen entre los adoquines de las aceras, así que se optó por aplicar herbicida en algunas zonas. "Los ojos de un pueblo están en el buen aspecto de sus jardines y de sus zonas verdes", concluye Alonso.
Es precisamente en la limpieza viaria y de calles en donde Silleda incrementa su personal. El concejal de Medio Ambiente, Klaus Brey, apunta que durante los meses de verano "llegamos a tener entre 10 y 11 personas en labores de jardinería", mientras que a finales de año esa plantilla se queda en 3 o 4 operarios. Ocurre algo similar con las personas encargadas del barrido de calles: si a lo largo de año se cuenta con dos personas, en la época estival pasan a ser cinco. Este incremento de operarios es posible al Plan de Emprego de la Diputación y, en menor medida, a subvenciones de la Xunta.
En cuanto al servicio de recogida de la basura, durante julio y agosto se refuerza esta prestación en las parroquias, de modo que si se pasaba una vez por semana para vaciar los contenedores, ahora Urbaser, la firma concesionaria, cubre las rutas dos veces por semana. En el casco urbano es suficiente la recogida diaria y, al igual que en Lalín, no se contempla el incremento de contenedores. En el caso de Silleda hay que recordar que con la nueva adjudicación se realizó un notable despliegue de colectores, sobre todo en el rural, donde además se implantó la recogida de envases ligeros y cartón.
Desbroces antes de fiestas
Vila de Cruces opta, también, por incrementar la frecuencia de recogida en el rural, de modo que en estos meses de verano se recoge la basura en las parroquias cada semana, en lugar de cada 15 días. En Agolada y Rodeiro, por su parte, se opta por, además de la frecuencia habitual, vaciar los contenedores en los días previos a las fiestas patronales y cuando rematan éstas. De igual forma, se desbroza, ya sea manualmente o mediante maquinaria, en los cascos de las aldeas también jornadas antes de las fiestas, una tarea que este año resulta muy complicada debido a las precipitaciones de los últimos meses. Por último en Dozón no se aumenta la frecuencia de recogida en las parroquias (se efectúa dos veces por semana), pero sí se realiza una retirada extra a petición de los vecinos, cuando los contenedores están llenos.
