El Museo Municipal Ramón Aller de Lalín acogió ayer tarde la presentación de la cuarta edición corregida de la Guía del Camino de Invierno editada por A Pena D'Auga. El autor de la obra, el escritor compostelano José D. Rúa, estuvo arropado, entre otros, por su editora y el alcalde de Lalín, Rafael Cuiña.
-¿Es necesario corregir este tipo de guías de vez en cuando?
-Efectivamente. El Camino de Invierno era un tramo olvidado y ahora está resurgiendo. Con mucha frecuencia cierran establecimientos por la crisis, pero luego han abierto otros porque ven que pasan peregrinos. Hay que actualizarla en lo que al hospedaje se refiere y ponerla al día para orientar al peregrino. También se han abierto albergues y algunas cosillas más que merece la pena actualizar.
-¿El Camino de Invierno es el mejor para llegar a Santiago?
-Ya llevo unos treinta caminos en mis piernas. Hice todos, y todos son bonitos y estupendos. Yo no distingo ninguno sobre otro en cuanto a belleza, lo que pasa es que a este le tengo un especial cariño porque lo hice 11 veces en total y me enamoré de él, y por eso hice la guía. Es al que más quiero, pero no digo que sea el mejor porque todos son buenos, desde luego.
-¿Que haría falta en Deza para poder mejorarlo en un futuro?
-A la comarca dezana la veo bastante bien porque, además, hay un albergue privado nuevo que está en el propio casco urbano, que se llama Albergue Lalín Centro y lo lleva Emiliano García Méijome, y hay otro a unos cinco kilómetros. En eso, la comarca está bien dotada, la señalización es buena y no le veo ninguna pega. Sin embargo, hay otros sitios como Chantada, Rodeiro o Monforte donde hay que poner albergues necesariamente. La comarca de Deza es de las mejores en el Camino de Invierno. Yo no soy partidario de que el Camino de Santiago sea algo parecido a andar por la calle Real de un pueblo. La gente se queja, a veces, de que si hay charcos y demás, pero eso es el camino. Algunas quejas son infundadas, pero la comarca de Deza está aceptablemente bien en este aspecto.
-¿Ha cambiado mucho el arquetipo de peregrino a Santiago?
-No se puede prohibir nada, ni tampoco limitar nada. No cabe duda que no es lo mismo que camina en invierno que el que lo hace el resto del año. Hay un cambio muy grande de psicología, de intención e incluso a partir de mayo aparece un peregrino que a lo mejor no sabe ni lo que es el fenómeno jacobeo, ni tampoco sabe nada de la vida del Apóstol Santiago. El peregrino de invierno suele ser una persona más formada y recorre el Camino de Santiago en unas condiciones más duras, y por lo tanto es una persona más sacrificada, y con el espíritu tradicional del peregrinaje. Está cambiando mucho, y en el último estudio encargado por la Xunta a la Universidad de Santiago daba un porcentaje muy bajo de gente que lo hace por motivos estrictamente religiosos. El Camino de Invierno cuenta con muchos veteranos.
