El delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís visitó ayer el parque empresarial de Silleda para comprobar las obras de mejora de la eficiencia energética y de los accesos al polígono por la N-525, en el entorno de la pista de Vilar y Taboada. Estuvieron acompañados por los ediles Pilar Peón y Benito Saavedra, así como el portavoz del PP, Ignacio Maril.

Estas dos intervenciones supusieron una inversión global de 180.000 euros, de los que la Xunta aportó el 80% (en torno a 144.000). En eficiencia energética se cambiaron las luminarias para dotar al parque de sistemas de ahorro, con 57 nuevas farolas de LED, con sistemas electrónicos de reducción de flujo en las horas de baja o nula actividad del polígono. Esta medida, según indicó Cores Tourís, le permite al Concello un ahorro energético de 67.000 kilovatios hora (kWH) al año. Esta obra contó con una dotación económica de 29.648 euros, de los que 23.719 proceden de una ayuda económica de la Xunta.

En el caso del segundo proyecto las obras se centraron en mejorar el acceso al polígono por la parte trasera, desde la citada carretera nacional hasta el vial B del parque, puesto que carecía de cunetas en el margen izquierdo. Los trabajos incluyeron, además, la reparación de la capa de rodadura y el pintado de las marcas viarias horizontales. En total, se acondicionaron 1,4 kilómetros de esta infraestructura, en la que la cuneta también puede utilizarse como senda peatonal, tal y como recalcó Tourís, quien añadió que esta opción podía exportarse a otras zonas. En este caso, la Xunta aportó 120.000 de los 150.000 euros precisos.

Señalización

El representante del gobierno autonómico recordó que en los cuatro últimos años las mejoras acometidas en Área 33 fueron posibles gracias a una inversión de 600.000 euros. Mediante otras ayudas de Economía, Silleda pudo construir aquí una nave de residuos, renovar los viales y aceras o colocar cámaras de vigilancia y placas solares para abastecer el alumbrado exterior. Pilar Peón, en nombre del alcalde, recordó que todavía hay proyectos pendientes de ejecutar, como la mejora de la señalización o la puesta en marcha del vivero de empresas, que el año pasado no pudo acometerse. Cores Tourís mostró la disposición de la Xunta a estudiar la viabilidad de sendas propuestas.