Tras la tempestad llega la calma y con ella es el turno de las aseguradoras. Las compañías de seguros de A Estrada llevan una intensa semana de trabajo tras los daños ocasionados en el municipio por el temporal de viento y lluvia que azotó la zona el pasado fin de semana. Siete días después de que descargase la tormenta en la zona, las aseguradoras todavía non han tenido respiro. Las últimas jornadas han traído un constante goteo de reclamaciones que atender, obligando en muchos casos a una rápida reacción para atender a sus clientes.
Desde las propias aseguradoras destacaban ayer que tanto los peritos como las cuadrillas de trabajo se encuentran desbordadas en los últimos días por las numerosas incidencias que requieren su presencia. Según explican, la mayor parte de estas reclamaciones tienen un denominador común, los daños en las cubiertas. Los fuertes vientos y en muchos casos elementos desprendidos provocaron desperfectos en los tejados, que van desde tejas sueltas a hundimientos importantes. Estos problemas no afectan solo al rural estradense, donde la caída de árboles y las ramas sueltas dañó tejados y cierres, sino también en el casco urbano, convirtiéndose en un peligro para vehículos y peatones.
Dentro del casco urbano, las aseguradas destacan especialmente los numerosos desprendimientos de uralitas de los laterales de los edificios, algo que obligó en muchos casos a una rápida actuación para evitar daños mayores. Otro denominador común fueron los daños eléctricos. Este problema fue especialmente preocupante en empresas estradenses, que vieron afectados sus herramientas y sistemas informatizados.
María Loureiro, de Sanmartín Gestión, explica que la mayor parte de las reclamaciones que recibieron en los últimos días se deben a "tejados levantados". En un segundo plano estarían daños eléctricos y diferentes elementos rotos como canalones o bajantes de viviendas. Para la responsable de Siniestros en la compañía, los problemas en las cubiertas obligó en muchos casos a una rápida actuación. "Hubo casos en los que la entrada de agua era muy grave, así que hubo que buscar soluciones cuanto antes. En la mayor parte de los casos se buscaron soluciones temporales hasta que pasó el temporal. Es peligroso subir a un tejado en esas condiciones. Con el buen tiempo ya comenzaron a repararse todas y todavía siguen trabajando en ello", manifestó.
Por su parte, Alfonso Uzal, de Mapfre Seguros, destacó la "barbaridad" de reclamaciones que recibieron en los últimos días y señaló igualmente a los tejados como los más afectados por el útlimo temporal. "Hubo problemas tanto en el rural como en el casco urbano. En el rural hubo muchos por árboles caídos, sobre casas o cierres. En el casco urbano los principales problemas son en los tejados y en las uralitas laterales, que al caer provocaron más daños en otros tejados y casas, además de ser un peligro", afirmó. En su caso recibieron muchas reclamaciones por daños eléctricos e incluso por alimentos estropeados por los largos cortes de luz. Apunta además a problemas en grandes empresas de la zona al estropearse parte de su maquinaria eléctrica. "Los peritos están desbordados. Incluso llegamos a tener sesenta partes en un día".
Por su parte, Marcos Sesar, de Helvetia Seguros, destacaba los daños en el rural, con algún tejado levantado y árboles caídos sobre cierres o alpendres. "Recibimos muchas reclamaciones de comunidades por los tejados o los laterales, algunas de ellas urgentes", afirma al tiempo que destaca que en muchos casos los daños fueron en edificios bastante nuevos. "En el pueblo los problemas tiene un cariz más peligroso y es necesario actuar rápido".
