El gobierno de Lalín está haciendo cuentas con el objetivo de bajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de cara al próximo año. La decisión está tomada, pero por ahora no está claro en qué parámetros se moverá la contribución para 2017, después de que en el año en curso se bajase el tipo impositivo del 0,5 al 0,46 por ciento. Cuando se aprobó esta bajada, la oposición la consideró insuficiente y propuso que se recortasen 6 centésimas. A la espera de ver en qué términos plantea el ejecutivo local esta rebaja, lo cierto es que a finales de este año la contribución de bienes urbanos dejará menos dinero en las arcas municipales que durante 2015. La estimación pasa porque el Concello recaude unos 130.000 euros menos de IBI urbano, una vez que existe una leve caída en el padrón y que la contribución bajará a algo más de siete de cada diez contribuyentes. Sí existen casos en los que el recibo, este año, será más alto.
Con los datos económicos pendientes de liquidación de este año, el IBI de urbana dejará 3,57 millones de euros y el padrón tributario alcanza los 22.830 recibos. Por tanto, el importe medio que pagan los ciudadanos se sitúa en 156 euros. Mientras tanto, la previsión para finales de este año pasa porque los ingresos caigan hasta los 3,4 millones tras haberse pasado al cobro 22.768 recibos, con lo que el precio medio de CAD uno de ellos también mengua y se queda en 151 euros.
Para conocer esta realidad cada comprobar las diferencias en los importes de los recibos que, precisamente en estas fechas, se están pasando al cobro a los contribuyentes. Para el cálculo del importe se tienen en cuenta parámetros como el valor catastral del bien inmueble urbano, que a su vez está condicionado por cuestiones como la ubicación del mismo o, evidentemente, su tamaño o en caso de los pisos la existencia o no y la dimensión de locales anexos como trasteros. La calle Habana, en la urbanización de O Regueiriño, un piso de 121 m2 y 17 más de elementos comunes que pagaba 268,8 euros, este año su recibo bajará hasta los 247,3. Pero, curiosamente, en esta misma zona hay inmuebles cuyos dueños pagarán más de IBI. Uno de 76 m2 de vivienda, más elementos comunes, tributará 218 euros, 40 más. Si nos vamos a una calle céntrica como Joaquín Loriga, encontramos casos de un hogar con un valor catastral de 15.900 euros que cotizaba 52 euros y ahora son 73. O en Principal un piso de 157 metros y 67.200 euros de valor catastral paga ahora 308 euros frente a los 336 de antes. En otras rúas céntricas localizamos particulares con inmuebles a los que la contribución les baja. Así las cosas hay edificios de un mismo propietario con un valor catastral de algo más de 195.000 euros que el recibo anual disminuye desde los 976 a 898 euros. U otro de un valor catastral de 217.000 euros por el que sus dueños pagaban al Concello casi 1.100 euros y este año recibieron ya un recibo por un importe de 998. En otras zonas como la calle B aparecen casos de subidas o bajadas que en todo caso no rebasan ni para un lado ni para el otro los 20 euros al año.
Otros ejemplos son las viviendas unifamiliares de la periferia que no gozan de la bonificación del 60%. Un inmueble de 118.000 euros de valor catastral pagará este año 529 euros, 50 menos que el pasado curso con el tipo impositivo más elevado. Hay casos de edificaciones en el rural con un valor para Catastro de 53.400 euros que deben liquidar al Concello 98 euros, cuando el recibo anterior había sido de 107.
