Los vecinos del lugar de Sulago, en la parroquia cruceña de Merza, reclaman el arreglo de un camino agrícola situado en el margen del río Deza. Los lugareños transmitieron esta petición al regidor, Jesús Otero, durante un encuentro celebrado el pasado domingo. Una solicitud que además acompañaron con una breve memoria en la que se detalla el estado actual del camino y las principales acciones que sería preciso llevar a cabo para poder garantizar el tránsito por el mismo durante todo el año.

En la actualidad el camino agrícola, que discurre en las proximidades del margen derecho del río a su paso por el lugar, se encuentra muy deteriorado a consecuencia de las crecidas del río. Es casi imposible transitar por este vial lo que impide el acceso a las fincas de la zona desde hace algún tiempo, tal y como señalan los propietarios y confirma el alcalde. Asimismo, en algunos puntos el desgaste ha sido tan importante que hay tramos a punto de desaparecer por el arrastre de materiales con las augas.

El camino bordea un pozo que forma el río en un brusco giro de su trayectoria. Esta es la zona más afectada, en un tramo de 270 metros de longitud. En este espacio se localizan además dos 'brazos', el izquierdo, en el que discurre el flujo normal del río, y el derecho que sirve para el vaciado del pozo en las crecidas. La escasa distancia del camino hace que quede muchas veces anegado. Precisamente, al quedar bloqueada la capacidad de desagüe de este ramal termina produciéndose un flujo circular en el pozo, a contracorriente, que deriva en troncos, ramas y otros materiales que terminan arrastrados en la orilla del camino donde quedan almacenados y bloquean también la entrada a las fincas.

Además, a esta situación se suma que en esta zona desembocan buen número de riachuelos pequeños que cruzan el camino inundándolo en parte y provocando la erosión de la orilla. El informe recoge que en las épocas de crecida el camino queda inundado con una capa de agua que llega a superar el metro y medio de profundidad.

Los vecinos proponen la elevación de la cota del camino en todo el recorrido para evitar las inundaciones. También abogan por la protección del margen del río para evitar la erosión de la orilla. Su propuesta contempla incluso la canalización del último tramo, unos 15 metros, y el entubado de los riachuelos que atraviesan el camino. Asimismo, propugnan la mejora de la capacidad de desagüe del brazo derecho del río para evitar el reflujo y la acumulación de madera.

Por su parte, el alcalde ya solicitó una reunión con la directora Xeral de Conservación da Natureza, Ana María López Díaz, para reclamar la intervención de la consellería para abordar esta petición vecinal. Otero matizaba que se trata de un camino muy primitivo y que es, además, el único acceso del que pueden disponer los propietarios de estos terrenos.