El alcalde de A Estrada, José López Campos, desveló ayer la incógnita que se venía planteando a muchos usuarios del vial que une las localidades de Liñares y Valboa, conectando con ello las carreteras nacionales N-640 y N-525 a su paso por el término municipal. Esta infraestructura se cerrará a la circulación el próximo lunes, 29 de febrero, permaneciendo cortada al tráfico por espacio aproximado de dos semanas.

El munícipe mostró ayer en su poder los mapas que le fueron facilitados en relación a la advertencia de corte y, con ello, de desvíos programados para estos días en los que los usuarios de esta carretera tendrán que buscarse alternativas. Reconoció López Campos que es esta una cuestión que venía preocupando a muchos ciudadanos y, de modo especial, al servicio de transporte escolar, también afectado por el corte circulatorio al que obliga la construcción de un nuevo puente sobre el río Bo.

En base a la información facilitada al Concello, las señales que advertirán a los usuarios de la carretera de que han de buscar recorridos alternativos estarán colocadas a 150 metros del desvío, tanto en el caso de que el acceso a la carretera que se cortará al tráfico se realice desde la N-640 -entrando por tanto desde Liñares- o bien desde la N-525 (accediendo por Valboa).

En el caso de la N-525, el primer aviso se situará en las inmediaciones de Castrovite, facilitando desde este punto un acceso para dirigirse al Pazo de Oca. Aproximadamente a la altura del cruce de Valboa se localiza otra señalización en la que se informa que, desde este lugar, únicamente se podrá llegar hasta el Pazo de Oca. El tercer desvío se colocará justo antes de llegar al puente que cruza el río Ulla. Para los vehículos que circulen en dirección A Estrada u otros destinos ligados a la N-640 se ofrece como alternativa la carretera PO-213 (A Estrada-Ponte Ulla).

En el caso de los usuarios que pretendan acceder a esta carretera desde la N-640, cinco serán las señalizaciones de corte, previas a otros tantos desvíos, que encontrarán a su paso. Para quienes lleguen al casco urbano procedentes de la carretera de Codeseda (el vial A Estrada-Forcarei ), se ofrecerá la PO-213 como alternativa para continuar la marcha hacia la N-525 o hacia el Pazo de Oca. Dentro del propio casco urbano, una segunda señalización indicará este desvío aproximadamente a la altura de la calle Leicures, que desciende hacia Aguións.

En la rotonda de As Colonias, donde confluyen la N-640 y la avenida Fernando Conde, se recomienda también a los usuarios que utilicen la PO-213 para dirigirse al Pazo de Oca o a la N-525. Para quienes traten de acceder a la vía que se cortará a la circulación desde Liñares también se advierte de que en 7,5 kilómetros tendrán que detener la marcha, de manera que habrán de hacer uso de viales municipales alternativos para llegar a su destino. Finalmente, el quinto cartel estará instalado en las proximidades de A Rocha. En este punto también se informa del corte, siendo la carretera Ancorados-Remesar-Loimil la más conveniente para quienes quieran acceder a varias de las zonas afectadas por este cierre circulatorio.

De hecho, la carretera de Paradela y el vial de Remesar -conecta con la carretera afectada justo en el punto donde concluyó la primera fase de reforma, antes de iniciar las curvas de Riobó- se revelan como las principales alternativas para la circulación durante las dos semanas de obras en el nuevo puente. El recorrido de ambas infraestructuras es, en cierto modo, paralelo al de la Liñares-Valboa.

Esta carretera de titularidad provincial -denominada E.P.-7017 Callobre-Ponteledesma- constituye una de las infraestructuras de comunicación estratégicas del Concello de A Estrada. Su importancia, además de por la conexión que ofrece entre la N-640 y la N-525, se vincula a su importante intensidad circulatoria, dado que atraviesa algunas de las parroquias más pobladas del municipio, caso de las de Callobre, Moreira y Oca. Las estimaciones ofrecidas en su momento por el ayuntamiento apuntaban a que esta vía ofrece servicio directo a unos 4.500 usuarios.

Las dos semanas que se espera dure este cierre se emplearán, como queda avanzado, en la construcción del nuevo puente que salvará el río en esta segunda etapa de reforma de la carretera Callobre-Ponteledesma. Esta infraestructura permitirá duplicar la anchura del puente actual, pasando de los 4,5 metros que mide a los nueve que tendrá. Además, tendrá una longitud de 31 metros.