El catedrático estradense Carlos Fernández-Nóvoa recibió ayer la Medalla Castelao haciendo gala de una inusual humildad. En lugar de enumerar los méritos por los que recibía el más alto galardón otorgado por la Xunta, hizo toda una declaración de amor por A Estrada. Apoyándose en la "lembranza" a los estradenses escrita por Castelao desde su exilio en Buenos Aires, habló del municipio en el que nació en 1930 y al que regresó a vivir, ya jubilado, hace 11 años.

Para asombro de los estradenses que asistían al evento -entre ellos el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, y el alcalde José López- Fernández-Nóvoa proclamó que lleva a A Estrada "en el corazón".

Luego, acompañado por su hija Elena compartió con el presidente Alberto Núñez Feijóo y los demás premiados un almuerzo en la residencia presidencial de Montepío. Ya a última hora de la tarde, a su regreso a la villa estradense, declaró a esta Redacción que -si bien el de ayer fue "un día agitado" que le produjo "un cierto cansancio físico"- estaba "muy contento" por recibir la Medalla Castelao. Para él supone "un gran honor y una gran satisfacción", como le dijo a Feijóo.

Este destacó ayer en su discurso que en la trayectoria de Fernández-Nóvoa se aprecia"entrega y fe. Remarcó que es una "referencia mundial en el Derecho de Propiedad Industrial" y que su "perenne influencia está presente en sus alumnos", "lectores" y en la cátedra de Innovación y Propiedad Industrial que lleva su nombre.

No en vano, las obras del creador del Instituto de Derecho Industrial de la Universidade de Santiago son una referencia mundial en el Derecho Comparado.