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"Los cursos de cocina tiene siempre mucha aceptación"

-¿Resulta complicado unir a todo un vecindario bajo el paraguas de una asociación?

-Es muy complicado. De hecho, me veo un tiempo más al frente de la asociación porque siempre que hablamos de que alguien se ponga al frente nadie quiere hacerlo. Que conste que no me importa seguir siempre y cuando no me metan en fregados muy fuertes.

-¿Qué legado le gustaría dejar a sus vecinos como presidenta?

-Estamos bastante bien servidos. Se puede decir que Moimenta es bien tratada por el Concello. Hoy en día, el que más y el que menos tiene la pista asfaltada hasta la puerta de su vivienda. Yo estuve trabajando dos años en Vila de Cruces y comprobé lo bien que lo hacían las asociaciones de mujeres que tienen por allí. Organizaban comidas, viajes y de todo, y a raíz de ahí fue cuando me empecé a enterar un poco del asunto.

-¿Son las mujeres, pues, el motor del movimiento vecinal del rural, en concreto, de Lalín?

-Nosotras somos las que vemos las necesidades que hay en cada sitio e intentamos que se puedan arreglar. De todas formas, quiero aclarar que lo de la ausencia de hombres no tiene nada que ver con el machismo porque tuvimos hace poco un curso de aerobic y de zumba a los que asistió un hombre de 60 años que hizo lo que pudo en esa actividad.

-¿Cuál es la actividad de mayor éxito en la asociación desde que usted es su presidenta?

-Creo que fue un curso de cocina al que fueron muchos hombres y mujeres. Nosotros intentamos que la gente que trabaje pueda asistir, y los cursos de cocina siempre tuvieron mucha aceptación. Incluso nos viene el pedáneo, que está soltero, y sí le gusta ir a esos cursos. Al final, siempre hacemos una cena.

-¿Se siente arropada por los vecinos de su parroquia?

-Sin duda. Hace dos años caí enferma y les dejé todo preparado para que cumplieran con el calendario previsto, y lo hicieron todo sin problema ninguno.

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