Desde ayer y hasta final de mes, la sala de las antiguas cocinas del monasterio de Carboeiro acogen la exposición Carboeiro, cor de area, de la pintora Lucía López Agra. Por esta sala han pasado ya otros creadores de la comarca, como el fotógrafo Ángel Utrera, muy vinculado a Agolada. Hubo, también, una exposición de espantapájaros.
-Es su primera exposición y cuenta con el atractivo de que están hechos con arena. Explíquenos en qué consiste esta técnica.
-Para este tipo de arte, primero tienes que hacer el dibujo sobre cartón pluma, y en lugar de trabajar con un pincel, recortas con un cutter y vas haciendo las mezclas de color, como rellenando lo que dibujas. En esta disciplina aún no existen muchas gamas de colores, así que si te equivocas de tono, puedes llegar a estropear todo el cuadro. Esa falta de gamas explica que, por ejemplo, no puedas darle al cuadro los brillos que le darías con otras técnicas como el óleo o la acrílica. Es mi primera exposición, sí, y creo que me decidí a montarla para dar a conocer esta técnica.
-¿Qué temas le inspiran?
-Sobre todo, paisajes. Las personas que acudan a Carboeiro van a poder ver paisajes africanos, pero también animales, flores e incluso Homenaxe, el cuadro dedicado al monasterio. También he pintado alguna cara, un rostro de geisha, pero resultan muy complicados. Y, como mi intención es contribuir a que se difunda más este tipo de arte, también he querido que en la muestra de Carboeiro figuren cuadros como Brisa de liberdade, que muestra cómo fueron mis comienzos, o Morriña, con el que intento describir ese sentimiento tan nuestro, tan gallego.
-Ha plasmado el cenobio de Carboeiro, una de las estampas más conocidas de Silleda. ¿Para cuándo la de la Fervenza do Toxa?
-Pues quizá para la próxima exposición, pero a decir verdad, es muy difícil recrear en la pintura con arena esta catarata, por la gama de colores que despierta en el movimiento.
-Bebe, sobre todo, de paisajes y animales. Pero ¿qué nombres, qué creadores, le sirven de fuente de inspiración?
-A decir verdad, no me inspiro en ningún pintor en concreto, porque la pintura en arena, como digo, no es una técnica muy extendida. Siempre digo que soy una pintora aficionada, porque comencé en este mundo en 2006, con los cursos que se impartían a través de la Asociación de Mulleres Rurais de Dornelas. En estas aulas tuve la oportunidad de formarme en pintura al óleo, en acrílica o en vidrio y tela.
