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Acacia negra, la amenaza que llegó de Australia

Pasará a formar parte en breve del catálogo de especies invasoras pero en la comarca llevan tiempo luchando contra ella

Acacia negra localizada en el parque de Carreirón, en A Illa de Arousa. // Iñaki Abella

Introducida en España como una planta ornamental, como muchas otras, la acacia negra o acacia melanoxylon pasará en breve a formar parte del Catálogo de Especies Invasoras al estar considerada como una grave amenaza para las plantas autóctonas, algo que en la comarca de O Salnés llevan tiempo sabiendo, sobre todo en espacios de especial protección como es el parque de Carreirón, en A Illa, o en las islas Cíes y Ons, incluidas dentro del Parque Nacional Illas Atlánticas. En todos esos puntos ya se han realizado campañas para su erradicación, algo que no resulta precisamente sencillo por su facilidad de adaptación y de reproducción, sea a través de la semilla o con rebrotes desde la raíz.

Oriunda del este de Australia, la acacia se ha adaptado perfectamente a entornos próximos a la costa y su presencia en lugares como Cíes está constatada desde hace años y se ha convertido en un problema. Según fuentes de Parques Nacionales, ya se lleva mucho tiempo tratando de erradicarla, con dos campañas anuales, una a principios de año y otra en verano, campañas en las que se opta por dos métodos para ir eliminándola, ambos sumamente laboriosos para evitar dañar el ecosistema con la utilización de glifosatos, más efectivos pero sumamente dañinos con toda la flora. La fórmula más utilizada es sacarla a mano, con cuidado de evitar que las semillas puedan proliferar y extenderla posteriormente. El otro método pasa por realizar una serie de incisiones en la madera y en las raíces para que acabe secando, sobre todo cuando se trata de individuos de mayor porte.

Donde más problemas ha causado es en Cíes, pero también se ha constatado su presencia, en menor medida, en Ons, así como apariciones más testimoniales en Cortegada, isla que tiene más problemas con la robinia pseudoacacia, sobre todo en las inmediaciones de la pequeña capilla, donde se han realizado varias campañas para tratar de erradicarla.

Otro de los puntos en los que se han acometido tareas de eliminación ha sido Carreirón, en A Illa de Arousa. Estas tareas comenzaron hace ya cinco años y se repiten de forma periódica ante la facilidad que tiene la acacia negra para reproducirse. Así lo reconoce la edil de Medio Ambiente, Gabriele von Hundelshausen, al recordar que "hace cinco años detectamos una presencia muy importante de acacia negra y efectuamos una serie de acciones para eliminarlas, pero hay que repetirlas todos los años porque siempre rebrotan individuos sueltos ya que es capaz de rebrotar de su propia raíz si esta no se retira". Esa retirada debe ser a mano ya que "no existe otra fórmula más adecuada".

El gran problema que causa en Carreirón es que la acacia negra es capaz de ir ocupando el terreno de especies autóctonas hasta hacerlas desaparecer, "dañando la importante biodiversidad que tiene ese espacio natural, porque las especies endémicas de Carreirón necesitan unas circunstancias muy específicas que, si su espacio está ocupado por la acacia, provoca su desaparición".

Von Hundelshausen alerta de la introducción como plantas ornamentales de este tipo de especies que "suelen resultar muy atractivas en el jardín, pero son un auténtico problema cuando consiguen expandirse, por eso es importante que la gente se dé cuenta del daño que pueden llegar a hacer este tipo de plantas".

Además de Carreirón, A Illa elaboró un mapa sobre la presencia de especies invasoras en todo su territorio. Durante ese trabajo, la presencia de acacia negrea se localizó en las inmediaciones del mirador de Con do Forno y en diferentes fincas privadas, desde las que se teme que pueda extenderse a otras zonas, colonizando poco a poco espacios ocupados por otras especies.

En Vilagarcía, su presencia también es conocida, reconoce el edil Diego García, aunque por el momento, estaría circunscritas a determinadas zonas forestales y privadas, por lo que todavía no se ha puesto en marcha una campaña de erradicación de su presencia. "El pasado año se organizaron unas jornadas sobre especies invasoras en Vilagarcía, con la colaboración de la Diputación, y aunque se habló más de otro tipo de acacias, algunos expertos ya alertaron del problema que puede generar esta especie en concreto", explica García.

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