Gonzalo Durán y el teniente de alcalde, Javier Tourís, visitaron el colegio plurilíngüe San Bartolomé de Tremoedo para anticiparse a todo lo relativo a la vuelta de los alumnos a los centros a partir del próximo curso.
En esta línea el alcalde de Vilanova reiteró el compromiso de su gobierno de "aportar todo lo que sea necesario para que la vuelta al cole sea con la mayor seguridad posible". Además de termómetros, láser y mascarillas, Durán también apuntó que las casas de cultura del municipio estarán a disposición de los colegios en el caso de que no dispongan de espacios suficientes para aislar los casos que puedan aparecer de alumnos con síntomas de malestar. "Si se registra un aumento en la temperatura, por precaución, se aislará al niño hasta que sus padres lo vengan a recoger. Es algo que se debe hacer siempre, no solo con el coronavirus. El alumno no puede ir al centro con síntomas de padecer una enfermedad. Hay que evitarlo", señaló.
Por otro lado, la directora del centro sito en Tremoedo, Covadonga López, apuntó que en el caso de encontrarse con un posible niño enfermo " vamos a tener un espacio de aislamiento seguro. aunque no solo se tendrá en cuenta su salud física, sino también la salud emocional del menor. Puede ser un momento de estrés o incluso miedo, entonces en colaboración con la Consellería de Educación, vamos a estar guiados y vectorizados por ellos para hacer que los niños lleven esto de la manera más normal". A la espera de un protocolo definido por parte de Educación, el inicio del curso está fijado para el 10 de septiembre. Además de las pertinentes medidas de seguridad y reducción del contacto físico, la directora del colegio San Bartolomé subraya que "nuestras clases más numerosas son en torno a los 15 alumnos por lo cual, en ese sentido, no vamos a tener problema. Sí tendremos que adaptar el trabajo cooperativo o actividades grupales a la espera de un protocolo.Tenemos incluso la posibilidad de parcelar el patio y que los alumnos puedan rotar y controlar mucho a los pequeños".
