Sin bailar y con mascarilla. Así será la nueva forma de salir de "marcha" durante la "nueva normalidad". Las pistas de baile se sustituirán por mesas y sillas y los clientes deberán estar sentados, como si fuese una terraza. Así lo recoge el BOE (Boletín Oficial del Estado), que permite desde ayer la reapertura -con restricciones- de pubs y discotecas en las comunidades autónomas que hayan entrado en la Fase 3 de la desescalada, como es el caso de Galicia. Pero haciendo uso de su capacidad como autoridad competente delegada, la Xunta anunció ayer que la reanudación de la actividad en el sector de la noche se retrasa al 1 de julio por motivos de seguridad, una decisión que no ha causado gran sorpresa entre los hosteleros de ocio nocturno de Vilagarcía: "En un principio íbamos a ser los últimos en empezar, después el Estado permite ya en la Fase 3 y ahora volvemos a lo de antes y tenemos que esperar hasta julio", una "incertidumbre" que -denuncian los locales- les trae de cabeza a la hora de organizarse. Al menos confían en que el Concello les siga permitiendo trabajar en las terrazas, siempre cumpliendo las normas establecidas (el último fin de semana no hubo denuncias por parte de la Policía Local), como no poner música, servir solo a la gente que esté sentada y mantener la distancia de seguridad entre las mesas.
Desde Ahituvi (Asociación de Hostelería e Iniciativas Turísticas de Vilagarcía) asumen con cierta resignación el anuncio de la Xunta de demorar la reapertura a julio. "Respetamos la decisión, y personalmente me parece adecuada, aun a sabiendas de que mucha gente sigue sin trabajo y sin poder facturar", señala David Jiménez, quien considera que sería "una buena oportunidad" que el Gobierno gallego habilitase una línea de ayudas para los autónomos, "ya que, junto con Aragón, fue la única comunidad que no lo hizo", señala el propietario de Sold Out.
Jiménez es consciente de que la noche "es muy difícil de controlar", aunque apela a la responsabilidad individual para que los compañeros de profesión adopten las medidas necesarias para garantizar la seguridad en sus locales, así como también a la de los clientes, que deberán entrar con mascarilla en los pubs y discotecas, igual que en cualquier otro tipo de establecimiento.
Para poder controlar el acceso al interior del pub, Jiménez ha decidido contratar a una persona. "Es la única manera de hacerlo", asume.
Por su parte, el dueño del Miúdo también se resigna a aplazar tres semanas la reanudación de su actividad en el interior, aunque apostilla que "se aplican unas normas que al Miúdo le afectan" y que no le queda otra que aceptar. En su caso no ha contratado más personal, sino que ha optado por incrementar el contrato a su empleado.
En la zona TIR el 90% de la plantilla de los locales ya está trabajando, puesto que la afluencia de clientes (en las terrazas) está siendo considerable. Félix Acuña entiende que al interior "la gente tendrá que entrar con mascarilla", aunque advierte de que "como aquí hemos vivido poco la parte oscura de esta pandemia, no hay conciencia. El 90% de la gente está en las terrazas sin mascarilla y en grupos".
