Hace 25 años, Gonzalo Durán ganaba las elecciones municipales en Vilanova por primera vez. Lo hizo aprovechando la debilidad de un Partido Socialista que se había dividido por la cuestión de la segregación de A Illa. En aquel momento nadie se imaginaba que, un cuarto de siglo después, el popular continuaría al frente del Concello.
-Un cuarto de siglo como alcalde, alguno de sus concejales apenas había nacido por aquel entonces.
-Pues tendría que preguntar, pero Óscar, estaría ahí, ahí. La verdad es que debe haber alguno que no debía ni saber andar cuando ganamos las elecciones por primera vez. Lo decía el otro día en la sede, es toda una vida, por lo menos marcó la mía. Si pasas cuatro u ocho años en la política puede considerarse como una etapa, 25 años ... Yo tengo una hija que va a cumplir 25 años y que nació un mes después de aquellas elecciones y no conoce en casa otra cosa que no sea "papá alcalde", por eso creo que marcó la vida de toda mi familia.
-Críticas, errores, ... ¿Qué lleva a una persona a seguir presentándose una y otra vez?
-No sé lo que lleva a otros, en mi caso cambiar las cosas a mejor. Eso me ha animado a continuar durante todos estos años. Me siento cómodo trabajando en proyectos que permitan avanzar a este pueblo, sino fuese así no estaríamos aquí en estos momentos. Hacer cosas de forma continua, proyectos nuevos y ver las ilusión de la gente en aquello en lo que estás trabajando. Otra de las cuestiones que siempre me ha gustado es el trato con la gente, algo que también tengo en la profesión de médico de primaria
-¿No cree que debería existir un límite de mandatos?
-Sobre eso hay cosas a favor y en contra. En principio, puede que debiese haber un límite de mandatos, porque estar mucho tiempo, en algunos casos, puede llevar a vicios. Por otro lado, el argumento de los que no quieren límite de mandatos es que se debe dejar total libertad de elección a los ciudadanos. Son ellos los que pueden limitar la presencia de un alcalde cada cuatro años. Al final, quien debe decidir en una democracia es el pueblo y si quiere tener un alcalde más años, ¿Por qué no puede hacerlo?
-Después de 25 años, que retos le quedan todavía por delante?
-Quedan muchos. Queda más por hacer que lo hecho. Empezamos con retos muy claros, ya que teníamos alcantarillado solo en parte del casco urbano, el resto iba directamente al mar. Ahora mismo, lo tenemo, junto a agua potable ,allí donde hace falta, alumbrado público, wifi, ... Ahora uno de los retos que tenemos por delante, a raíz de la crisis que hemos vivido, es volver a llevar a la gente al rural, porque creo que la calidad de vida es mucho mejor. No solo por el tema del coronavirus, sino porque creo que es una vuelta a la naturaleza y a una forma de vida mucho más sana y menos estresante. Con la wifi se puede teletrabajar en Vilanova desde cualquier punto del munciipio
-¿Qué cambios experimentó Gonzalo Durán desde aquel día hasta hoy?
-Hombre, pués aprendí muchísimo. Es una evolución lógica por los conocimientos que adquieres. Lo que te dan estos años es aprender qué es lo que le importa a los vecinos. Veo otros alcaldes que entran ahora centrándose en cosas que a los vecinos les importan tres bledos. Yo ya no pierdo el tiempo con esas cosas, voy a lo práctico y eso te permite simplificar mucho los protocolos y aprovechar más el tiempo, en política y en cualquier otra cuestión.
