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Gobierno y BNG se enzarzan en un debate sobre el voluntariado en el pleno de A Illa

Los nacionalistas echan en cara al regidor "ser los últimos en repartir mascarillas" entre la población, algo que este niega

Pleno de la corporación de A Illa de Arousa, presidido por el alcalde Carlos Iglesias. // Iñaki Abella

Los plenos de A Illa no acostumbran a ser broncos y menos en una sesión como la del pasado jueves, en la que todos los puntos se aprobaron por unanimidad. Sin embargo hay momentos en los que se enciende el debate, como ocurrió mientras se debatían las mociones de PP y BNG sobre reactivación económica y que finalizaron con un choque dialéctico entre el edil nacionalista, David Mochales, y el regidor socialista, Carlos Iglesias. El nacionalista le echó en cara al regidor no haber contado con un grupo de veinte voluntarios durante todo el confinamiento, un grupo impulsado por el joven fuera de la política para ayudar a aquellas personas que se encontrasen en una situación más complicada. Iglesias recordó que no se había contado con ellos porque no habían sido necesarios y porque los servicios sociales, que atendieron a las personas en necesidad urgente, se caracterizan por mantener la privacidad de las personas que las usan, pero que podía haber colaborado de la forma que quisiese.

El debate se fue calentando de tal manera que hasta el alcalde acabó quitándole la palabra al edil del BNG en un momento dado, argumentando que no estaba en el uso de la misma, aunque se la devolvió pocos minutos después. Durante el enfrentamiento también salieron a relucir las mascarillas elaboradas por voluntarias de A Illa, ya que Mochales tenía una serie de datos que no coincidían con los ofrecidos por el Concello. El nacionalista aseguraba que mientras las costureras voluntarias estaban realizando mascarillas para otros municipios como Sanxenxo o Ribadumia, el Concello apenas les había facilitado material para 500 mascarillas, de las que tan solo se habían repartido 200 en farmacias, siendo el Concello de A Illa el último en distribuirlas entre su población. Los datos que ofreció el regidor fueron que se repartieron 850 mascarillas en farmacias en varias tandas, antes de conseguir material en Salamanca, con el que las costureras voluntarias acabarían elaborando 5.000 mascarillas que se entregaron a todos los vecinos del término municipal.

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