La proliferación de todo tipo de vertidos incontrolados en el monte, al borde de los caminos y carreteras, e incluso junto a contenedores de basura ha sido mayor durante los días del confinamiento, coincidiendo con el cierre del Punto Limpo de Pinar do Rei y con una mayor impunidad al circular menos personas por el rural vilagarciano.
Desde hace más de un mes, los vecinos que circulan por la carretera de Trabanca Badiña a la depuradora han denunciado al Concello la existencia de un vertido incontrolado en el que destaca un viejo colchón en el que ya se cobijan ratas. Una situación similar ocurre en la rúa García Hermo de Guillán e incluso en la carretera de Cornazo que pasa junto a la iglesia de esta parroquia, donde hay, entre los contenedores, maderas y muebles deshechos, restos de electrodomésticos viejos, y distintos materiales acumulados.
Pero la peor situación, por los productos contaminantes, se produce en el monte de Xiabre, de camino hacia el Punto Limpo que, en la actualidad, está en obras con destino a su ampliación.
En la parcela que ocupaba el anterior albergue de animales ahora se extienden decenas de viejos neumáticos abandonados por un empresario desaprensivo. Se trata de material contaminante que perjudica el monte de Pinar do Rei. Pero un poco antes, en el antiguo campo de fútbol de Trabanca Sardiñeira, se puede ver una variada gama de materiales y objetos de construcción abandonados, como planchas usadas de aislamiento, viejas persianas y ventanas y diversos escombros de alguna obra de reforma. En el centro del campo pueden verse restos de poda.
También, en la zona de Bamio, muy próxima al parque forestal del Concello de Vilagarcía, aparece otro vertido de escombros y restos de reforma de un local o vivienda; parte de ellos ya están cubiertos por la maleza.
