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Las cofradías recurren a los ERTE para tratar de evitar la quiebra económica

A Illa ya ha aplicado el expediente temporal a sus 20 trabajadores, Cambados comienza el lunes tras abordarlo con sus operarios y Vilanova también ha iniciado su tramitación

La actividad en la lonja de Cambados se ha reducido al mínimo. // Iñaki Abella

La situación provocada por la crisis del coronavirus en el sector del marisqueo está llevando a las cofradías camino de la quiebra económica al no tener apenas ingresos a través de la lonja ni de sus asociados, que se encuentran parados. Es por ello que tres de las cuatro cofradías más importantes de la zona sur de la ría de Arousa han decidido acogerse a la posibilidad de aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Emprego (ERTE) entre sus trabajadores, afectando a los operarios que realizan labores de vigilancia, lonja y oficinas. La que ha dado el primer paso ha sido A Illa de Arousa, que esta misma semana envió a casa a la mayor parte de sus trabajadores, funcionando al mínimo.

No será la última, ya que Cambados comenzará el próximo lunes a aplicar un ERTE a sus empleados. Así lo reconoce su patrón mayor, Ruperto Costa, que estuvo negociando las condiciones en que se va a aplicar con los propios trabajadores. "Cinco operarios cobrarán la prestación, mientras el resto (19) verán reducido su horario laboral y su salario en un porcentaje importante", explica el patrón. La decisión, asegura Costa, no ha resultado sencilla pero no ha quedado otra que tomarla porque "el marisqueo está cerrado y apenas hay pescado por lo que la actividad en la lonja es casi mínima y ya no nos quedaba otra que adoptar esta decisión".

Otra Cofradía que se encuentra tramitando el ERTE es la de Vilanova. Por el momento, todavía no está perfilado como se va a aplicar a los 14 trabajadores con los que se cuenta y cuales van a ser las condiciones, pero la patrona mayor, María José Martínez Vales, reconoce que "es el único camino al que podemos recurrir; somos una cofradía que vive casi exclusivamente del marisqueo y si este no funciona, nuestra actividad prácticamente desaparece y nos quedamos sin ingresos". La intención de la patrona mayor es que el pósito funcione con el mínimo de trabajadores indispensable mientras se mantiene esta situación, para volver a recuperarlos en cuanto se regrese a la actividad. Los dos patrones reconocen que "no tomar medidas en estos momentos podría suponer la quiebra económica, porque en estos momentos estamos prácticamente sin ingresos, algo que también le ocurre a nuestros socios, por eso reclamamos que se reconozca el cese de actividad para el marisqueo".

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