La grada de Preferencia de A Lomba todavía tardará unas semanas más en estar lista. Así lo reconocían ayer desde el Concello de Vilagarcía tras autorizar una nueva prórroga, en esta ocasión de quince días, a la empresa que lleva a cabo las obras, una decisión que llevará el fin de la actuación hasta el próximo mes de abril. Los motivos por los que la empresa ha solicitado la prórroga se fundamentan en cuestiones de seguridad, ya que para la colocación y soldadura de las grandes planchas metálicas que se van a colocar en la grada de Preferencia se necesitan unas determinadas condiciones meteorológicas que, hasta ayer, no se han dado en Vilagarcía.
Las planchas, que se han estado elaborando en una nave especializada, comenzarán a instalarse y a soldarse en la jornada de hoy pero resulta prácticamente imposible que estén instaladas antes del próximo domingo, una circunstancia que obligará al Arosa a regresar al exilio de Vilaxoán en el importante encuentro que va a disputar contra el Somozas. En principio, el Concello espera que la empresa pueda acabar la instalación de las planchas antes del plazo estipulado en esta nueva prórroga, pero de cumplirse íntegramente, los arlequinados no regresarían al campo de A Lomba hasta el 5 de abril, cuando está previsto que se enfrenten al Arenteiro. Por en medio, disputarían un encuentro fundamental para el objetivo de clasificarse para el play off, el que les medirá al Choco el 22 de marzo, en otro lugar alejado de A Lomba. Ese lugar será, probablemente, Portonovo, con el que el club está negociando para conseguir su cesió, aunque desde el club se considera que estos retrasos están provocando un severo quebranto tanto económico como social.
La situación también perjudica al Atlético Arousana que de cumplirse los plazos no regresaría a A Lomba hasta el antepenúltimo encuentro de liga, que disputará contra el Victoria. Los encuentros como local ante el Racing B y el Deportivo B deberían jugarlos en el exilio.
Las obras de remodelación de la grada de Preferencia se han convertido en un punto de discrepancia entre el Concello y los clubes, especialmente el Arosa. No en vano, cuando comenzaron los trabajos todo apuntaba a que el encuentro con el Alondras, que se disputó en el Salvador Otero de A Illa el pasado 24 de noviembre, sería el único o de los pocos que habría que jugar en el exilio. Nada más lejos de la realidad, la obra comenzó a dilatarse por los temporales y por el parón navideño de la construcción, y al Arosa no le quedó más remedio que asentarse en el exilio del Municipal de Vilaxoán, donde ya ha disputado seis encuentros y va a afrontar un séptimo. Incluso puede tener que jugar un octavo.
Esta situación ha crispado los ánimos de una afición que considera que el club está siendo seriamente perjudicado justo la temporada en que aspira a disputar el play off de ascenso a 2ª B tras un cuarto de siglo sin conseguirlo. Esa indignación les llevó a concentrarse en los instantes previos al encuentro que les enfrentó contra el As Pontes, siendo respaldados por los jugadores, que no disputaron el primer minuto del partido. Desde entonces, las gradas de Vilaxoán están presididas por una gran pancarta que exige soluciones de manera inmediata, aunque ningún integrante del grupo de gobierno acude a los partidos desde hace tiempo, cuando su presencia era habitual en A Lomba.
También hay un importante malestar de la afición arlequinada por los daños sufridos por el césped durante el tiempo que no se han disputado partidos en A Lomba. En ese sentido, el Concello asegura que se han tomado las medidas adecuadas y que el tepe se encontrará en condiciones adecuadas cuando el fútbol regrese al campo.
