La gestión de la vieira de la ría de Arousa ha generado este año fuertes fricciones entre dos cofradías históricamente bien llevadas, como son las de Cambados y Rianxo. De puertas para fuera, sus patrones mayores no han querido hacer sangre públicamente, pero de puertas para dentro ambos están profundamente molestos. Ayer, sin embargo, ambos dieron a conocer sus respectivas posturas a preguntas de FARO. Así, Ruperto Costa, de Cambados, planteó que la "barra libre" de este año podría ser la condena de muerte para la vieira de Arousa. Miguel Ángel Iglesias, de Rianxo, niega que se haya sobreexplotado el recurso, y achaca el malestar que se ha generado en Cambados a que han perdido el monopolio de la comercialización.
Desde hace casi dos décadas, la Cofradía de Cambados tuvo la exclusiva de la extracción de vieira en la ría de Arousa, pero muchos barcos de Rianxo se sumaban a las campañas. En 2019, sin embargo, el puerto del norte de la ría puso en marcha su propio plan, por lo que hubo en la ría dos campañas distintas. La Xunta de Galicia volvió a autorizar este invierno dos planes, con la particularidad de que fueron simultáneos en el tiempo.
Eso ya generó durante semanas recelos entre la flota, y asentó entre los dos pósitos un ambiente de "guerra fría". La situación pareció calmarse algo cuando hace un mes Cambados dejó de ir a la vieira, pero el malestar ha vuelto a emerger en las últimas semanas, porque Rianxo prosigue con su plan de explotación.
Un armador de Cambados que ha pedido el anonimato se quejaba amargamente de que, "están yendo solo dos barcos, y les dejan coger toda la vieira que quieran, porque van sin topes. Están capturando la vieira que nosotros dejamos para las Navidades, y nosotros tenemos que mirar para ellos". Este armador acusaba a Ruperto Costa de falta de contundencia ante la Xunta para frenar esta situación, y se preguntaba por qué Cambados paró su campaña a sabiendas de que Rianxo continuaría.
Este pescador refleja una situación de incomodidad que nadie niega. El gerente de la empresa Porto de Cambados, que es la que comercializa la vieira de los cambadeses, José Luis Souto, señala que, "cada empresa es libre de programar como estime oportuno su plan de explotación, siempre y cuando esté autorizado por la Xunta", pero acto seguido reconoce que, "gustar no me gusta (que Rianxo siga pescando), porque estamos en la época en la que desova la vieira".
Los dos patrones
Miguel Ángel Iglesias explica que Rianxo pretendía seguir extrayendo el bivalvo durante todo el mes de marzo, y que así se lo solicitaron a la Consellería do Mar. Sin embargo, la Xunta les ha denegado el permiso, y tendrán que terminar esta misma semana. El jueves será el último día de pesca.
Iglesias no oculta su contrariedad con la Xunta, porque "no me parece normal que se cierre un plan mientras se está cogiendo vieira dentro de la talla".
"Las razones que nos dieron son excusas -añade-. Dicen que la vieira está para desovar, que ya hace falta mucho tiempo para coger las capturas y que está viniendo vieira pequeña para tierra". Sobre esto último, el presidente del pósito de Rianxo niega la acusación de que estén descargando marisco de poco más de 10 centímetros. "Solo traemos de 11 centímetros y medio para arriba, porque la empresa nos dice que la vieira pequeña no la venden".
Además, Iglesias explica que están yendo a faenar únicamente dos barcos -que son del puerto de Cambados-, y añade que, "van sin tope porque ya no lo estaban cogiendo". Según él, pescan entre 80 y 100 kilos diarios por barco.
Así las cosas, niega la vitola de malo de la película. "Rianxo no quiere ir en contra de otras cofradías. Queremos unir, pero a lo mejor otros tienen intereses distintos".
Para él, la solución pasa por, "juntar los dos cupos, y dividirlos a partes iguales entre las dos fábricas", de evisceración. Incluso va más allá, planteando que si hay dos compradores, "la vieira también se podría subastar".
Pero Ruperto Costa discrepa, y está convencido de que los dos barcos que están trabajando para Rianxo sí han vendido vieira por debajo de los 11,5 centímetros. Recuerda que es legal -la talla mínima es de 10-, pero matiza que Cambados siempre apostó por dejar ese tipo de piezas en el mar para favorecer la cría y la sostenibilidad.
Opina que el actual tipo de gestión, con dos planes diferentes, "es pésimo para el recurso", y que "la Consellería do Mar tiene que tomar cartas en el asunto para protegerlo". "Lo que hay que conseguir es que todos trabajemos los mismos kilos y los mismos días. Lo que no puede ser es que unos vayan a 30 kilos diarios y otros a 100. Lo de este año fue sangrante". En cuanto a los que le culpan de que Rianxo siga pescando mientras Cambados paró, Costa les responde que, "la última palabra la tiene la Consellería, y la Consellería sabe perfectamente lo que yo pienso de esto".
