En Vilanova se ha tramitado una modificación puntual de las Normas Subsidiarias para ampliar el polígono de Tremoedo porque las empresas no tienen hacia donde crecer. En Valga, su alcalde, José María Bello Maneiro, y los empresarios se quejaron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, poque el polígono industrial, de poco más de un kilómetro cuadrado y con más de 1.500 puestos de trabajo no tiene hacia donde expandirse. Mientras polígonos como el de Baión I o el de Catoira languidecen con gran parte de sus terrenos destinados a pasto para ovejas y cabras al no encontrar empresas que quieran asentarse en esas parcelas. Esta es la gran paradoja del terreno industrial en las comarcas de O Salnés y Ullán en estos momentos, sin que exista una visión global de los concellos para articular una política común que evite este tipo de situaciones y cree un tejido industrial importante.
El caso del polígono de Baión I es quizás una muestra de una inversión pública muy importante que no ha encontrado resultado. Nacido en 2008 para convertirse en motor de la economía comarcal, tan solo tiene ocupadas nueve de las 56 parcelas en las que está dividido. La última de esas parcelas ocupadas se vendió hace relativamente poco tiempo, al decidir una empresa de transportes y logística, con sede social en Portas, asentarse en él. Pero durante años apenas se han vendido parcelas y no ha salido adelante ninguno de los proyectos que llegó a barajar el Concello, como la creación de un vivero de empresas. El caso de Catoira también resulta bastante clarificador ya que con naves construidas, no se ha conseguido que las empresas se asienten en él, permaneciendo prácticamente vacío.