El hartazgo mostrado por la afición y la plantilla del Arosa respecto al estado actual que presenta tanto el césped como las obras de la grada de Preferencia ha hecho reaccionar también a los grupos que conforman la oposición al gobierno de Alberto Varela.
Desde Ravella se ciñen a las declaraciones de la pasada semana del concejal de Deportes, Argimiro Serén, en las que apuntaba que "están en su derecho a protestar. Pero eso no va impedir que, si vuelve a haber temporales o a llover como lo hizo estos últimos meses, la obra tenga que ir más lenta por motivos obvios de seguridad de los trabajadores".
Incluso recordó el presidente de la Fundación de Deportes que "la intención del Concello fue comenzar las obras a principios de verano y que fue decisión del Arosa posponerlo para celebrar el partido del Lille, con lo que la obra se metió en los meses de invierno. De no haberlo querido así el Arosa, la obra estaría acabada hace meses y el Arosa jugando en A Lomba".
Estas explicaciones, en las que no se hace referencia al estado del césped, han tenido réplica por parte de todos los grupos de la oposición, coincidiendo de manera generalizada en la acusación de falta de planificación y de atención a la obra por parte de Ravella.
Ana Granja, portavoz del Partido Popular, apuntó que "la plantilla y la afición piden algo lógico y que no es tan difícil de conseguir. Se acumula un retraso de un mes y medio y nadie en el gobierno ha movido un dedo. Se le ha dado a la empresa casi un mes y medio más sobre el plazo previsto y se sigue justificando todo en base al mal tiempo".
También se refiere Granja a la posibilidad de poder jugar en A Lomba con la obra aún sin terminar, algo a lo que tanto el propio director de seguridad de la obra como el Concello se han negado. "Se podría hacer un modificado y elaborar unas medidas para jugar. Se ha hecho en muchos otros campos con obras más grandes y nunca hubo problema".
David Oliveira, de Ciudadanos, también opina en la misma dirección. Respecto a las protestas señala que "no solo me parece normal, sino que me parece justo y coherente. Solo están pidiendo volver a donde han jugado siempre y su enfado es porque las explicaciones que le dan no les convencen, pero menos la actitud de los que se las dan". Añade Oliveira que "llovió, pero no tanto como para que una obra acumule tanto retraso".
Por parte de Marea da Vila, María de la O Fernández considera respecto a la grada de A Lomba que "es la tónica habitual en el resto de las obras. Además, primero era por temas meteorológicos, ahora por que se están haciendo trabajos en taller... Lo que pasa es que no hay un seguimiento de las obras. Se rebasan los plazos sin estar encima de lo que están haciendo las empresas".
Lucía César Veloso es de la opinión de que "todo son excusas y ninguna solución. Nos preguntamos si cuando contratan la obra piensan que están en Benidorm para no tener en cuenta la meteorología para planificar. Precisamente lo que falta es planificación".
Jesús López, de Vilagarcía en Común, dejó bien claro en su postura que "la meteorología adversa tiene algo que ver, pero no todo. Estamos muy acostumbrados a que las previsiones de duración de las obras que hace este gobierno no coincidan con la realidad. Tal vez falte una correcta previsión y el control necesario sobre la empresa constructora, deberían adoptar en los pliegos unos plazos de ejecución sujetos a penalizaciones por incumplimientos. La manifestación de afición y plantilla es la expresión de que nadie se cree las excusas dadas y ya agotaron su paciencia".
