Y llegó el gran día. El sorteo más esperado del año. Hoy a las nueve de la mañana los bombos de la Lotería de Navidad comenzarán a girar para hacer felices, o al menos para facilitar la vida, a muchas familias. En Arousa, al igual que en otras comarcas y provincias españolas, este es el sorteo preferido de los vecinos. "Y con mucha diferencia, pues puede suponer un 70% de la lotería que vendemos en todo el año", comenta Carlos Cores, propietario de la administración de San Roque, ubicada en el centro de Vilagarcía.
Este establecimiento, al igual que otros de la ciudad, ampliaron ayer su horario para atender la gran demanda de clientes, ya que no son pocos los ciudadanos que acuden in extremis en busca de los últimos décimos, aunque la meteorología no acompañe. "El número 5 está agotado, no queda ni en máquina, y el 7 a punto", comenta Cores.
Las terminaciones impares son las más demandadas, mientras que las pares, y sobre todo el 0, no tienen tanto éxito. No obstante, todos los número entran al bombo.
El 10.119
Como suele ser habitual, las fechas de nacimiento, de celebraciones importantes o la superstición (cuando un vidente apunta a determinada cifra, por ejemplo) están detrás de la petición de algunos boletos. Como curiosidad, "nos llamó cantidad de gente pidiendo el número 10.119 pero ya lo habíamos agotado; es por los niños que nacieron el 10 de enero, y además coincide con el año en que estamos", señala el lotero.
También las convulsiones políticas animan a ciertos jugadores a decantarse por unos números u otros. "El 55 se agotó todo, gusta bastante", afirma Cores, que ayer a mediodía estaba desbordado de trabajo, con colas en su despacho de San Roque. Aunque habitualmente no abre los sábados por la tarde, ayer sí lo hizo.
Todavía no ha cerrado el cómputo, pero su impresión es que este año se ha vendido más lotería de Navidad que en ejercicios anteriores. "Más que el año pasado vendimos seguro", dice convencido el responsable de la administración número 4 de Vilagarcía.
A los arousanos que cuentan con décimos y participaciones de lotería navideña solo les queda esperar que las manos de los niños de San Ildefonso repartan fortuna en la comarca. ¿Por qué no?
