La confirmación expresa por parte de la titular autonómica de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, de que su gabinete financiaría la Vía Verde de O Salnés, ha sido celebrada por los alcaldes de Vilagarcía, Alberto Varela, y Caldas de Reis, Juan Manuel Rey, que, aún así, se muestran intranquilos al no haberse aclarado la cantidad exacta de ese apoyo. Varela y Rey exigen a la Consellería que respete el compromiso inicial realizado por su antecesora en el cargo y confirme la aportación de 200.000 euros acordados, porque "de otra forma, la obra no podrá completarse".
Los alcaldes manifestaron su satisfacción porque Vázquez haya cambiado, "al menos en parte, la actitud que venía manteniendo de total oposición al proyecto de la Vía Verde do Salnés, que ya estaba negociado y comprometido con la anterior conselleira".
Pero lamentan que "siga tratando de deformar la realidad culpando a la Diputación de Pontevedra, cuando la única deslealtad institucional que se ha registrado ha sido la de la Consellería de Medio Ambiente que, tras mantener paralizada la firma del convenio que acordaron las partes, pasó meses sin atender ni dar respuesta a las llamadas de los alcaldes que trataban de conocer la causa de la demora; y todo porque estábamos inmersos en procesos electorales y no les convenía que ese proyecto saliese adelante", explican.
Varela y Rey insisten en que ellos, así como el anterior alcalde de Portas, del PP, sí que conocen en primera persona el proceso de gestión de la Vía Verde de O Salnés y los acuerdos alcanzados, "que afortunadamente constan en las hemerotecas". Vázquez, señalan los alcaldes, "no estuvo en ese proceso, y por mucho que diga, todos sabemos que la única responsable de que la Vía Verde vaya con atraso es la Consellería de Medio Ambiente". Los regidores esperan que la conselleira recapacite y confirme los 200.000 euros, porque es la única forma de que la vía verde se pueda finalizar y completar la dotación de la señalización y mobiliario que es necesaria para que se encuentre operativa a partir de 2020, convirtiéndose en la primera Vía Verde íntegramente gallega.
