"Depende de la suerte del cuándo y del dónde". Son palabras de Sara Rodríguez Vila, abogada en el turno de oficio en el Juzgado de Violencia de Género de Vigo, una de las ponentes que el jueves participará en las primeras jornadas sobre violencia machista que Empresarias Galicia organiza en Vilagarcía.
La abogada recuerda que solo existen juzgados especializados en Vigo y A Coruña, por lo que todas las víctimas de Galicia que denuncian fuera de estos partidos judiciales son atendidas por un tribunal de instrucción, es decir, por personal que no está formado en la materia. Ni jueces, ni fiscales ni los demás funcionarios. "Necesitamos más juzgados especializados en mujer. El trato ha de ser especializado; no se trata de más o menos cariño, sino de personal especializado", recalca una de las 117 socias de Empresarias Galicia.
Pero en las ciudades que cuentan con este tipo de juzgados la situación tampoco es idílica, pues funcionan de lunes a viernes. Por tanto una mujer que va un viernes por la tarde a denunciar debe dirigirse el sábado a un juzgado de instrucción y el lunes volver al especializado, "con todo el agotamiento psicológico que ello conlleva", advierte Sara Rodríguez. Así, los lunes el juzgado de violencia se junta con todos los casos del fin de semana, lo que obliga a las denunciantes a pasar toda la jornada en sede judicial.
Las jornadas comenzarán a las 16.30 horas y se prolongarán durante toda la tarde en el restaurante A Batea. La asistencia es libre y gratuita hasta completar aforo, y la inscripción debe realizarse en la página web de Empresarias Galicia.
La encargada de cerrar las ponencias será Mar Ferrero, vicepresidenta de la asociación. Y lo hará con el taller videofórum "Convencer para vencer: un nuevo modelo de mujer".
Ferrero defiende que las jornadas "Nuevas miradas hacia la violencia de género" abordan esta grave problemática "desde otro punto de vista". "Hay que darles voz a muchas mujeres que no encuentran el cauce para decirlo". De hecho, según avanzó la empresaria vilagarciana Yolanda Bóveda, también miembro del colectivo, una personas "muy conocida" hablará sobre su situación, un caso real.
Rompiendo el techo de cristal
Con respecto a la predominancia de hombres en los puestos directivos en las empresas, Mar Ferrero señaló que ese techo de cristal empieza a romperse, si bien "todavía queda mucho por hacer y no nos podemos relajar". "Entiendo que pueda resultar cansado hablar siempre de feminismo, violencia de género, igualdad... Pero de lo que no se habla no existe. Necesitamos un movimiento femenino global, grande. Nos quedan muchísimas cosas por hacer; la complacencia, el pensar que está todo hecho, no, no podemos caer en eso".
