El próximo martes 15 de octubre la corporación de Vilagarcía celebra un pleno extraordinario para aprobar la actualización de tasas e impuestos de 2020, con la mirada puesta en que puedan entrar en vigor el 1 de enero. El gobierno de Alberto Varela ha decido volver a congelar los tributos por cuarto año consecutivo en aras de rebajar la presión fiscal de los ciudadanos. Con todo, hay dos tasas que subirán conforme al IPC (Índice de Precios de Consumo): son las del agua y saneamiento, ambos servicios en manos de una empresa privada (mediante concesión) con la que existe un contrato que el Concello no puede incumplir.
La buena noticia para los contribuyentes, además de la congelación de la práctica totalidad de los impuestos, es que el recibo de la basura bajará "ligeramente" -valoran desde el ejecutivo municipal- debido a la rebaja del 10% lograda en el canon que aplica Sogama por la gestión de residuos sólidos urbanos.
El equipo de Varela considera que con esta propuesta que ayer presentó a los grupos de la oposición en una junta de portavoces se conjuga "el necesario equilibrio financiero con un cierto alivio de la economía familiar al bajar la presión fiscal".
La principal novedad de 2020 es la aplicación de una nueva ordenanza que gravará a las empresas comercializadoras de distintos servicios (gas, electricidad, hidrocarburos y agua) por la ocupación del dominio público para transporte de energía. De este modo, los socialistas cumplirán un acuerdo plenario de enero de 2018 a instancias de una moción del BNG.
La revisión de las ordenanzas fiscales es el primer paso para trabajar en el Presupuesto de 2020, el cual llegará a los 27.078.298 euros, según la previsión de ingresos. El gobierno local solicita a la oposición que realice propuestas "realistas y cuantificables", pues "hay que tener en cuenta todas las circunstancias: los gastos están limitados por los ingresos, especialmente los que son directos, y esto, a su vez, fija el techo de gasto que marca el Gobierno central", explican desde Ravella.
En la bancada de la oposición, Vilagarcía En Común puso ayer sobre la mesa distintas iniciativas sobre las tasas e impuestos que según su portavoz, Jesús López, no fueron atendidas por el ejecutivo socialista argumentando que no hay tiempo, "un impedimento de plazos que se podría haber solventado con el simple hecho de iniciar antes la conversaciones con los grupos de la oposición", opina López.
En Común se erige como el único grupo que durante la reunión "presentó y explicó iniciativas que redundarían en una mayor flexibilidad y justicia progresiva en la aplicación de los impuestos y tasas municipales".
Con respecto al IBI, Jesús López plantea incrementar el recibo en un 50% a las viviendas desocupadas "en base a criterios objetivos y regulados", como por ejemplo "las viviendas en propiedad de la Sareb que no se ponen en alquiler". Asimismo plantea una bonificación de la contribución para los pisos destinados a arrendamiento "con criterios sociales y de renta limitada para ser accesibles a personas con nivel de ingresos por debajo del SMI (Salario Mínimo Interprofesional)". "No queremos aplicar la exención del IBI a los inmuebles de la Iglesia que no estén destinados al culto", añade.
En relación a la tasa del agua, En Común apuesta por que el consumo mínimo se calcule "per cápita" y "no como ahora, sin tener en cuenta el número de personas empadronadas en el domicilio".
A nivel general, la formación de López también planteó que las familias con ingresos por debajo del SMI puedan aplazar "sine die" el fraccionamiento de los pagos hasta "alcanzar una situación económica mejor" y que en todos los tributos se considere a las familias monoparentales con dos hijos como numerosas a la hora de los descuentos, siempre en base a su renta.
