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Varios barrios de Meaño gozan de la música de los "conciertos en la frontera" de Sanxenxo

El montaje de la sede de los conciertos. // FDV

Los conciertos del Maestral Music Festival de Sanxenxo se escuchan de lleno en los barrios del sur de Dena (Dadín, Viliquín, Abuín), al celebrarse el evento en el linde de la frontera con el municipio de Meaño. Y es que el solar elegido para levantar este verano este auditorio natural está ubicado en el extremo norte del polígono industrial de Nantes, que está a apenas 100 metros de límite con Dena.

Anoche se estrenaba este ciclo de conciertos con Aitana, una de las jóvenes artistas del panorama con mayor proyección. El aforo de 2.800 sillas previstas estaba casi agotado en su totalidad a media tarde del viernes.

Las empresas contratadas al efecto, que iniciaban a inicios de verano sus trabajos para conversión de una parcela inundada por la vegetación, en un auditorio al aire libre, forzaba su labor estos últimos días, en que comenzó a tomar cuerpo el "Maestral", con una pequeña ladera habilitada para ganar la pendiente propicia, disponer firme de tableros de moqueta roja y azul, habilitar palcos vip, zona para personas con capacidad reducida, zonas de bebidas y baño y, en las inmediaciones, reconvertir otras parcelas, antes llenas de matojos, en área acondicionada para estacionamientos.

Este festival de conciertos estrenado con Aitana continuará hasta el 23 de agosto acogiendo actuaciones y espectáculos de pago, y también algunos gratuitos que, eso sí, exigen reserva de localidades. Por el auditorio Maestral de Sanxenxo pasarán una veintena de conciertos y espectáculos, entre ellos, mañana domingo Hombres G, y luego Raimundo Amador (16 de agosto), Salvador Sobral (17 de agosto), Luar na Lubre (día 19), Pablo López (día 21) o Pastora Soler (día 22) o Vanesa Martín, que cerrará el 23 de agosto.

Un espectáculo de luz y sonido que podrá vislumbrarse cada de noche mismo desde la autovía de O Salnés, por cuanto se sitúa a pie de la salida de Nantes, a campo abierto y a apenas 500 metros de vial. Un trabajo ímprobo del concello de Sanxenxo para convertir el evento en un referente del verano en Galicia.

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