El Concello de Meis va a revisar las licencias que poseen los dos clubes de alterne que existen en la recta de A Goulla para comprobar si su actividad se ajusta a ella o no. Esta decisión se ha adoptado después de la polémica generada por uno de estos locales que, en un nuevo ejemplo de cosificación de la mujer, anunció por redes sociales la inauguración de una zona chill out con un churrasco gratuito, camareras en toples y un estriptis. La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, aseguraba ayer que "vamos a ser muy estrictos con este tipo de instalaciones por lo que desempolvaremos sus expedientes para comprobar si la actividad que realizan se ajusta a la licencia otorgada en su día".

Las licencias de los dos clubes situados en la conocida como recta de A Goulla se remontan a mediados de los años 90, y en caso de encontrar algún tipo de irregularidad, Giráldez está dispuesta a "actuar con contundencia ante estos establecimientos, unos locales que, como Partido Socialista, llevamos años denunciando y exigiendo que se prohibiese su publicidad durante las fiestas del municipio, algo a lo que se hacía oídos sordos desde los anteriores gobiernos municipales".

Prueba de esa contundencia con la que va a emplearse es que el establecimiento que anunciaba para la noche de ayer la celebración de esta churrascada con camareras en top less decidió, ayer por la mañana, suspenderla ante el revuelo que se ha armado, y sobre todo, por la advertencia del Concello de que era totalmente ilegal.

A primera hora de la mañana de ayer, técnicos municipales se presentaron en las dependencias del club de alterne para comprobar si el espacio chill out que se pretendía inaugurar contaba con los permisos urbanísticos necesarios. Esos permisos no existían, por lo que el Concello acabaría remitiendo a la dirección del local una notificación advirtiéndole de que ese evento debía ser suspendido en base a dos cuestiones. La primera de ellas era precisamente la ausencia de permiso urbanístico para habilitar el espacio chill out que se pretendía inaugurar ayer noche. La segunda era el incumplimiento de la Lei de Espectáculos Públicos de Galicia, donde se prohibe, de manera expresa, los espectáculos donde se cosifique, denigre o humille a las mujeres. La notificación fue remitida por agentes de la Guardia Civil, al carecer Meis de Policía Local.

Los agentes del propio cuerpo de seguridad del Estado se encargaban ayer noche de velar porque la fiesta no se llevase a cabo, aunque la dirección del centro parecía haber captado las advertencias y a media mañana ya había desmontado las carpas donde se iba a celebrar el evento.

La polémica por la celebración de este espectáculo en el que se utiliza el cuerpo de la mujer como reclamo saltó por las cuñas radiofónicas y por la publicidad en redes sociales que el club de alterne de A Goulla dio a la fiesta. El local es bien conocido desde hace años por su actividad, y su propietario acumula condenas por no haber dado de alta en la Seguridad Social a sus trabajadoras, y lo que es más grave, por trata de personas en concurso ideal con delito de prostitución coactiva.