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La entrega de diplomas creció un 40 por ciento

Para los aficionados a la navegación, la posibilidad de cruzar la ría de Arousa, remontar el río Ulla, amarrar en Pontecesures o Padrón, y hacer por tierra los kilómetros que faltan hasta la catedral de Santiago es una experiencia irrepetible. Si han recorrido un mínimo de 100 millas náuticas y hacen los 10 últimos kilómetros a pie podrán llevarse también la "Compostela", la credencial que ansían todos los peregrinos.

Los que naveguen solo entre O Grove o Ribeira no pueden optar a la "Compostela", dado que la distancia a Padrón es muy inferior a esas 100 millas náuticas, de ahí que la Fundación Mar de Arousa haya creado los diplomas de la Traslatio Xacobea, que van acompañados de una cartilla náutica y que se le entregan a todos los viajeros que demuestran haber surcado la ría y subido por el Ulla.

Javier Sánchez-Agustino apunta que el año pasado se entregaron unos 900 diplomas de estas características, lo que supone un 40 por ciento más que en 2017.

La Fundación Mar de Arousa se creó en 1963, convirtiéndose en una de las primeras entidades gallegas orientadas a la promoción del fenómeno jacobeo. Su primer remonte fue el de 1965, y acudieron a él desde el entonces ministro de Turismo, Manuel Fraga, hasta el cardenal Fernando Quiroga Palacios. Hoy, participan en la entidad 18 municipios, entre ellos los de Cambados y Vilagarcía, que repartieron pasajes gratis para participar ayer en el Remonte.

En la actividad se hizo una travesía hasta Padrón (hubo cuatro embarcaciones institucionales y otras particulares), una bendición de barcos entre Pontecesures y Padrón, y una visita al ara romana conocida como "Pedrón", y a la que habrían amarrado la barca los discípulos de Santiago. El regreso se hizo de nuevo en catamaranes.

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