El mercado inmobiliario en Vilagarcía empezó hace algo más de un año a resucitar. Y parece haber resurgido con fuerza. Tanto es así que la ciudad ha experimentado en este 2019 el mejor arranque de año de la última década, al haber vendido entre enero y marzo un total de 71 viviendas (70 de ellas libres). Para encontrar un volumen de transacciones superior hay que remontarse al primer trimestre de 2009, según los datos publicados por el Instituto Galego de Estadística (IGE).
Las inmobiliarias consultadas coinciden en que efectivamente el sector se está recuperando. Y a pasos agigantados. De hecho la demanda es de tal envergadura que algunos agentes han tenido que buscar inmuebles fuera de Vilagarcía al haber colocado todos los que tenía en la capital arousana. "Hemos vendido pisos que llevaban años parados", destaca. Y no precisamente porque los precios estén por los suelos, ya que cuando hay movimiento de compraventas, los precios suben.
Los profesionales sondeados aseguran que no hemos vuelto a las cuantías desorbitadas pre-crisis, pero "sí que los precios han dejado de bajar". Han echado el freno. "Entre 2013 y 2015 pisos de 120.000 euros se vendían a 90, 80 o incluso 70.000 euros", ejemplifica una inmobiliaria con más de treinta años de trayectoria que prefiere mantenerse en el anonimato.
Prueba de que al sector le está yendo bien es la apertura de varios negocios nuevos en el centro de Vilagarcía. "El mercado está cambiando para mejor y la verdad es que 2019 está siendo un año fuerte".
Entre el perfil de los demandantes de compra de vivienda se encuentra el de parejas jóvenes que quieren emprender una vida juntos y deciden pedir una hipoteca para adquirir un apartamento. El mercado del alquiler en la ciudad está por las nubes, la oferta escasea y hoy en día se puede conseguir una cuota de un préstamo hipotecario inferior a la de un mes de arrendamiento. "Ahora es más barata una hipoteca que un alquiler", recalca Iñaki Otero, de la Casa Verde.
Otro de los perfiles que están viendo las inmobiliarias es la de pequeños inversores que adquieren viviendas antiguas para reformarlas y posteriormente ponerlas en el mercado en régimen de arrendamiento. "Desde hace un año y medio hemos notado una mejoría importante. Se está vendiendo bien tanto en el centro como en la zona de Fexdega y también en Carril", reconoce Otero.
Confirma que los precios han dejado de descender y considera que Vilagarcía "es una ciudad económica para comprar"; de hecho apunta que es más barata que Cambados. "Y ya no digamos que Sanxenxo", apostilla.
Mariló Paz Cuevas se pronuncia en la misma línea que las demás inmobiliarias de Vilagarcía consultadas. "La semana pasada vendí un piso y ahora estamos en trámites con otro. Son antiguos para reformar", indica la propietaria de Inmobiliaria Mariló.
Lo que está teniendo salida es íntegramente vivienda de segunda mano, pues hace once años que no se construye obra nueva (de edificios) en la ciudad. Por ello, los profesionales del sector coinciden en la necesidad de agilizar la tramitación de la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para poder desarrollar ámbitos que ahora están parados y desbloquear la construcción de obra nueva.
No obstante, como suele ser habitual, la iniciativa privada va más rápido que la pública, y algunas empresas ya tienen entre manos alguna que otra promoción residencial, como por ejemplo dos en la zona de Bosque de Desamparados y una en As Carolinas. Por el momento ninguna cuenta con licencia para que la pala pueda comenzar a levantar las viviendas. "Si se construyen, se venderán. Hay mucha demanda", auguran en el sector.
