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"Hay demanda, pero los precios no bajaron lo suficiente"

Decenas de bajos comerciales languidecen en Vilagarcía sin actividad debido al cierre de negocios. Inmobiliarias y comerciantes coinciden en que los precios han bajado, pero no lo suficiente. De hecho hay personas que se embarcan en proyectos emprendedores pero que finalmente no llegan a consumar debido a los elevados costes que les acarrea poner una empresa en marcha. "El precio del alquiler supone un gasto fijo importantísimo", apostilla la presidenta de la asociación Zona Aberta, Rocío Louzán.

Pero en esta situación generalizada en toda la ciudad, hay una excepción. Y es que en la "milla de oro" vilagarciana, concretamente entre la Plaza de Galicia y el inicio de Rey Daviña, los alquileres comerciales no dejan de subir, alcanzando precios desorbitados como los 6.000 euros recientemente acordados para un local de 200 metros cuadrados. Otro de 75 metros se cerró por unos 3.000 y uno de mayores dimensiones por 4.000. Nada que ver con los 600 euros desde los que se puede encontrar un local en Arzobispo Lago, una calle que termina en la Plaza de Galicia.

También muy cerca, en Castelao, peatonalizada y en pleno corazón de Vilagarcía, la realidad es bien distinta a la del "minicentro" neurálgico que conforman la Plaza de Galicia y el inicio de Rey Daviña en el ámbito del mercado inmobiliario. Y es que hay varios bajos vacíos pese a tratarse de una "muy buena zona", según destaca Avelino Barreiro, profesional del sector. "En Castelao puede haber un local de 70 metros cuadrados por 900 euros", ejemplifica el agente inmobiliario.

La Plaza de Galicia siempre ha sido una ubicación muy apetecible por las grandes empresas. "Si hay algún bajo vacío es por problemas coyunturales, como desacuerdos entre propietarios o que un edificio esté ruinoso, pero nunca por un tema de mercado", asegura Barreiro.

De hecho varias firmas textiles han elegido la "milla de oro" vilagarciana para instalarse. Recientemente ha abierto una tienda de ropa en la planta baja de un edificio rehabilitado, que se suma a las que ya llevan años funcionando en Rey Daviña. Una de ellas, emplazada en el tramo medio de la calle, tiene previsto trasladarse a la confluencia entre la Plaza de Galicia y Covadonga.

Avelino Barreiro considera que la peatonalización completa de la Plaza de Galicia no ha perjudicado al movimiento comercial de la zona. "En mi opinión quedó más bonita y los bajos siempre están ocupados", apunta el profesional inmobiliario.

Con respecto a otras calles del propio centro de Vilagarcía, el alquiler está muy parado. "La situación no está bien y competir con los grandes elefantes no es fácil. Además las compras por internet hacen mucho daño. Quienes están tirando del carro en la ciudad son los comerciantes de siempre, incluso los que ya van por la segunda generación", destaca el agente.

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