La falta de sacerdotes es un problema que la Iglesia española sufre desde hace años, lo que impide que los que están en activo puedan atender en condiciones y dar misa en todas las parroquias. Un problema que se agrava por la elevada edad media de muchos de ellos.
Así las cosas, lo que se decidió en un Sínodo Diocesano fue crear grupos de feligresías más o menos próximas, llamadas unidades pastorales, de modo que las misas de domingo, la catequesis y las primeras comuniones se pasarían a hacer en un solo centro. Los demás templos tendrían culto para las fiestas patronales y los funerales.
Emma Santiago es una católica de A Illa que acude habitualmente a misa, y que se ha mostrado muy preocupada tras conocer el mapa proyectado por el Arzobispado, que la obligaría a realizar un buen número de gestiones relevantes en Vilanova. "No digo que tengamos que ser unos privilegiados en A Illa, pero hay que tener en cuenta que somos una parroquia de 5.000 personas, no una aldea de 15 casas". En A Illa hay misa todos los días, y los domingos se hacen dos.
Además, llama la atención sobre las personas de mayor edad. "La mayoría de esa gente no tiene coche ni sabe conducir. ¿Cómo iban a hacer para ir a Vilanova? Y para la gente mayor, la parroquia es algo que les ayuda a estar juntos, a relacionarse". Finalmente, esta feligresa isleña plantea que "los domingos, la iglesia de A Illa está llena, hay gente que tiene que quedar de pie. Yo creo que ese proyecto aquí en A Illa sería imposible".
Sin fecha de aplicación
La puesta en marcha en O Salnés de las unidades pastorales no tiene fecha concreta -al menos que se conozca en las parroquias-, y en realidad se cree que aún tardarán algún tiempo en verse las primeras. Sin embargo, se trata de unas estructuras que ya llevan tiempo funcionando en Verín, Monforte de Lemos, Chantada, Santa Comba o Milladoiro, por citar algunas localidades gallegas.
