El personal de enfermería de la primera planta del Hospital Comarcal do Salnés, con el apoyo de la junta de personal, ha decidido denunciar públicamente la crítica situación de su trabajo sobrecargado, al tener que atender multipatologías con menos plantilla que antes, como consecuencia del cierre de la tercera planta de hospitalización. Una de las consecuencias ha sido la pérdida de la certificación "hospital amigo de los niños", por no poder prestar en obstetricia todas las atenciones que requiere esta distinción.

La situación fue puesta en conocimiento por escrito a la dirección de enfermería del área sanitaria integrada, al gerente, al director de Recursos Humanos y a la junta de personal de O Salnés el pasado 10 de octubre, pero transcurrido casi un mes la única respuesta fue de la representación sindical.

Las representantes del personal de enfermería de la primera planta indican que la sobrecarga de trabajo actual se arrastra durante meses, agravándose durante el verano porque en el turno de mañana se quitó una trabajadora, quedando una dotación de enfermería para 33 camas cuando en realidad están habilitadas 45.

El funcionamiento de esta planta se realiza con 3 enfermeras de mañana, 2 en el turno de tarde y 2 en el de noche, que es el equivalente a los servicios mínimos. Pero la actividad real que lleva a cabo este personal no es equiparable al de ningún otro hospital del Sergas.

"Estamos atendiendo todas las especialidades quirúrgicas del centro: traumatología, cirugía, urología, otorrino, ginecología, además de obstetricia y pediatría; sin faltar una zona especial de neonatología para atender al neonato en situación crítica, que paraliza el resto del trabajo de la planta hasta que se recupera o se traslada y mientras no nos envían un refuerzo puntual. Esto implica que somos el servicio que recibe la descarga de reanimación, urgencias y partos, sin contar los programados que ingresan por la tarde y que se operan al día siguiente, o los que ingresan directamente de las consultas. Asumimos también pacientes de medicina interna, cuando la ocupación de la segunda planta está al cien por cien", declara una de las enfermeras.

A estas cargas de trabajo desmesuradas por los tipos de pacientes que ingresan en la primera planta, se le suma el estrés añadido por la presión que se ejerce desde los otros servicios para liberarlos de los pacientes. Las enfermeras explicaron que las han llamado de cuidados postquirúrgicos reclamando la inmediata admisión de pacientes por el riesgo de tener que paralizar las intervenciones quirúrgicas al tener completa la zona de reanimación. También desde urgencias presionan para que ingresen cuanto antes los pacientes para liberar este servicio.

"Los números para la dirección no son por el tipo de paciente o patologías, sino por cama ocupada. Lo que supone que no se nos refuerza si no llegamos a un número de ocupación y dependiendo siempre de quien esté al otro lado del teléfono y lo considere oportuno, porque no tenemos supervisora de enfermería presencial, como sí hay en Pontevedra. Podemos empezar el turno de mañana con 33 pacientes, a media mañana le dan el alta a 11, pero antes de que acabe el turno recibimos 6 o 7 ingresos, y a mayores lo que surja, pero para la dirección a las 3 de la tarde hay 22 pacientes y 2 enfermeras de tarde", declara.

En la primera planta, enfermería está asumiendo una media de 7 a 12 ingresos diarios, sin conseguir que la dirección refuerce la plantilla. Además, en el cómputo de ingresados no se cuentan como un paciente más los bebés recién nacidos, a pesar de que se les prestan unos cuidados diarios recogidos en una guía con protocolos de actuación, consensuado con la dirección asistencial, y una atención especial a la lactancia materna.

"Otro problema añadido es la falta de una supervisora de guardia de presencia física por las tardes y los fines de semana, lo que supone tener que hacernos cargo de los problemas que puedan surgir en la planta, bien sean de medicación, y no tenemos farmacia de guardia, material, administrativo, traslados de pacientes a otra planta, e incluso tener que asumir bajar al TAC para administrar contrastes, o acompañar a los pacientes ingresados en planta a hacer radiografías porque por las tardes y fines de semana no hay enfermera en este servicio", exponen las afectadas.

La acumulación de trabajo para el personal de enfermería de la primera planta ha supuesto la anulación de las consultas de lactancia que se hacían antes, y que estaban incluidas entre los beneficios que convirtieron a este centro sanitario en "hospital amigo de los niños", una acreditación de Unicef que solo consiguieron 13 centros hospitalarios en España.

Para mantener esta distinción, el centro se somete a controles periódicos sobre el cumplimiento de los requisitos. Finalmente el Hospital do Salnés perdió la acreditación. El caso es que la actual dirección pretende recuperarla a costa de añadirle más trabajo al reducido equipo de enfermería.

La situación del personal de enfermería en la primera planta de hospitalización es especialmente complicada por contar con un servicio multipatológico, pero sus trabajadoras reconocen que tampoco está bien la segunda planta, de medicina interna, donde hubo hasta siete pacientes en aislamiento y también de paliativos, a pesar de que existe una tercera planta especialmente habilitada para estos dos últimos casos.

"No entendemos por qué han gastado el dinero en la ampliación del Hospital Comarcal para tener cerrada ahora la tercera planta. Dijeron que las camas iban a estar disponibles cuando hicieran falta, pero se necesitaron y no se pusieron a disposición de los pacientes. Prefirieron redistribuirlos en dos plantas e incluso tenerlos hasta tres días aislados en urgencias por criterio economicista, sin tener en cuenta que se están atendiendo a personas. Los pacientes y sus familiares protestan y nos vienen con las quejas a nosotros. Solo nos queda animarlos a que reclamen por escrito. No sabemos si lo hacen. De lo que nos queda constancia es del caso omiso que hace la dirección del área sanitaria a los problemas que denunciamos", expresaron los miembros de la junta de personal del Hospital do Salnés.